15 de octubre de 2007

DIME LO QUE COMES Y TE DIRÉ QUIÉN ERES

No sé si saben que mi ciudad despojó hace tiempo a Hollywood de su condición de Meca del cine. Aquí tenemos videoporteros, cámaras en los chinos para que no les robes un valioso jarrón de la dinastía todo a cien, cámaras para vigilar a los coches, para vigilar a los choros en la Plaza Mayor o para vigilar a los puteros de la calle Montera. Y luego dicen que hay crisis en el cine español. Madrid es un gran plató que te permite, por ejemplo, ir a los sitios mencionados vestidos de novios y que te salga por la patilla el video de la boda. Te pones delante de alguna, te das un beso, coges en brazos al novio o a la novia en función de su peso en canal y luego pides la cinta a las autoridades. Por lo visto el largometraje de ese hermoso día sale por una pasta y todo para que a la primera bronca por no recoger la mesa o miccionar tres gotas fuera de la taza te den unas ganas terribles de grabar encima los programas de Arguiñano o una porno que te recuerde justo lo que no va a ser tu matrimonio. Por cierto, en las separaciones ¿normalmente quién se la queda? ¿Se lleva al juez o a la Filmoteca? Si a lo que aspiras es a un divorcio express puedes grabar el video acompañado por la tuna. Infalible. Con estos antecedentes mucho me temo que pronto exportarán de Holanda la idea de ubicar también cámaras en los restaurantes para controlar los hábitos alimenticios. Me temo lo peor. Por el momento sólo el comedor de la Universidad de Wageningen cuenta con este vanguardista sistema para saber si eres más de pollo en pepitoria o de dorada a la sal. Claro que aquí nos la jugamos más que ellos. Como mucho a un holandés le pillarán con cara de asco mientras se papea una sopa de calabaza y una ensaladita de tulipanes con rábanos, pero a ver quién es el guapo que aguanta plano sin soltarse un regüeldo después de la ingesta de un fabada y unas manitas de cerdo. O una flatulencia que te haga levantar unos diez centímetros del asiento mientras te endilgas el txupito de orujo de hierbas y te lo derramas todo por la pechera. Siendo holandés es muy fácil que te analicen los hábitos alimentarios pero siendo un español con dos cojones o equivalente es muy difícil no ser un guarro en según qué ocasiones. Eso sí, mucho vegetal y mucho macrobiótico pero cuando vienen aquí tenían que verles. Hace un par de días paseaba con mi sultán por la Plaza Mayor rodeado de guiris que devoraban en las terrazas tortillas y paellas que tuvieron que estar exquisitas allá por el Paleolítico inferior. Les es igual. Cómo sería la cosa que tuve que cogerle en brazos al animal no fueran a confundirle con un cordero lechal. Dan miedo, se lo prometo.

5 comentarios:

txilibrin dijo...

jajaja, yo creo que aquí se aplica eso de "Donde fueres, haz lo que vieres" porque sino no lo entiendo, con lo finos, limpiooos y elegantes que son los inglesitos, por ejemplo.

Virginia dijo...

Con lo que nos cuesta a los eco macrobióticos hacernos un lugar en la sociedad sin ser considerados "bichos raros", Germán! Y todo por el bien de nuestra salud y del medioambiente... contenta me tienes

Margarida dijo...

Pues aquí no os cuento... mucho "octopus no, porr favorr" y "ohh arrañas gigantesss" pero a los 5 minutos allí tienen su "pulpo á feira" y su centollo como Dios man...bueno, como Santiago Apostol manda!. Un beso, Germán.
PD. Ya comencé mi campaña pro-estirón y dejé de ducharme, a ver si la giña hace lo que la nieve en el MontBlanc.

Paseando por tu nube dijo...

Cuánta verdad encierran tus palabras, aunque mas bien lo que no esconden es colesterol, trigliceridos y todas esas guarradas que se han empeñado ultimamente los dietistas (extranjeros todos ellos) en hacernos creer que son mortales de necesidad, yo lo que sé es que mi abuela se murió con 96 años y se apretaba unas judias pintas con verzas y matanza, que para si las querrian una panda de hooligans antes de un buen partido en vez de ahogarse en pintas pero de cerveza, suficiente ejemplo, ni las pintas son capaces de elegir.
Un saludo, German

Anónimo dijo...

German que duro con Boris, no?
a mi lo de boris me parece tratandose del planeta alto normal, lo que no entiendo es lo de Millás (me encanta Millás), sinceramente espero algún tipo de reacción por su parte que me devuelva su confianza.