LLAMAMIENTO AL VOTO ÚTIL

Cómo no se me habrá ocurrido a mí. Tanto perímetro craneal para nada. Me he quedado anclado en mi oficio. Me falta desempolvar la Olivetti y tirar el ordenador. Lo más de la comunicación política es despelotarse si tu candidato gana las elecciones. Y yo elaborando discursos sobre la globalización en vez de marcar paquete con unos gayumbos de lycra. Por si no fuera suficiente quedarse en pelota picada para decir que eres vegetariana como hizo Alicia Silverstone (por cierto, anuncio censurado por porno) ahora una pizpireta jovenzuela promete un striptease integral si Ron Paul, congresista republicano de Texas, todo un progresista sin duda, llega a la Casa Blanca. Lo ha anunciado en su blog. Yo ya les digo que si gana Mariano al día siguiente, si saben de mí, estaré intentando mandar un artículo por tam tam desde una aldea del Matto Grosso. Anunciado queda. De mí no esperen desnudos. Yo soy de luz tenue, calcetines puestos y baladas de Barry White. Un cromo, vamos. Además, les tengo en gran estima y tampoco me gustaría que las fantasías eróticas con un servidor les robaran tiempo para hacer los sudokus. De todos modos si insisten les puedo enviar de manera personalizada y previa petición mi primer baño en un barreño de latón. Quizás les recuerde mucho al mítico cartel de 'La Lozana Andaluza' pero con menos erotismo y más piedra pomez. La joven Liv ha tomado esta decisión tras ser tratada de 'calienta-atributos' por sus lectores. Mucho insinuarse pero poco concretar. Más o menos. A estas quejas se sumaban también los reproches por el nivel intelectual de sus comentarios que estaban más o menos a la altura de la conferencia de una ameba. Ante estas provocaciones, Liv, en vez de elaborar un comentario de texto sobre la influencia del existencialismo francés en la evolución de la tortilla de aquel país, ha decidido enseñar las tetas. Toda una contribución ejemplar a la justa lucha de las mujeres por su igualdad. Como soy tonta, a ver si os enseño el culo y se os olvida. Desalentador, sin duda. No sé si esta pipiola habrá sopesado que si finalmente se tiene que despelotar su admirado Ron Paul igual la mete en el trullo. Norteamericano, republicano y de Texas. Joder qué miedo.

Domingos en pelotas

Ya no hace falta que mire el horóscopo ni que le echen las cartas ni que le confeccionen la carta astral. El secreto de la felicidad es pasarse el domingo en pelotilla picada con su pareja. A Christina Aguilera le funciona requetebién ¿Por qué a nosotros no? Tanto darle vueltas, tanto prometer que no vas a ver el fútbol y vas a mear dentro de la taza y resulta que todo consistía en vivir la vida como si estuvieras a punto de ducharte. Y yo volviéndome loco comprando trapitos en las rebajas. Dice Chris que ese es el truco de su dicha junto a su churri. Que se levantan juntos y se tiran el día por la casa ligeros de equipaje. Lo de la casa es una deducción de mi cosecha ya que no imagino que vayan de esta guisa a misa de doce. Ella, en un afán de pormenorizar su estrategia, matiza que todo lo hacen juntos y en pelotas. Algunas cosas ya nos imaginábamos pero otras nos cuesta más. Sobre todo eso de cocinar sin delantal con los atributos y los pezoncillos expuestos al chisporroteo del aceite. Qué grima. Bien es cierto que por aquellas latitudes de los eeuu ya saben que llaman banquete a comerte un sanguiche untado con mantequilla de cacahuete. Me parecería demasiado riesgo dar la vuelta a una de nuestras ancestrales tortillas de patatas de esta guisa. Mira que si al tipo se le cae el huevo en su misma redundancia. Además dice ella, asaz picarona, que a la grasa de la cocina se la puede sacar mucho jugo. Se refiere, creo yo desde la más absoluta ignorancia en juegos eróticos, a la versión Fairy de la mítica secuencia de la mantequilla de El último tango en Paris (cuánto tiempo tarde, por cierto, en volver a untar la margarina en las galletas María después de verla; me parecía que la estaba infrautilizando) Cada vez me apasionan más estas entrevistas de interés humano. No sólo se promociona el artista sino que te soluciona la vida y todo por el mismo precio. Para entrevista de interés sideral la que ayer noche realizó Sánchez Dragó a Ángel Acebes. No pude verla y bien que lo siento. Espero que regalen el dvd dentro de la próxima sopera del diario La Razón. Menos mal que, aunque no sea lo mismo, he podido leer algunos retazos. Acebes dice que Telemadrid es un ejemplo de libertad. A partir de ahora la dirección del cortijo de Espe igual se plantea ubicar en horario infantil el informativo del místico presentador. Está visto que a partir de ciertas horas de la noche uno puede decir cualquier cosa. Fíjense si hasta un día se les cuela algo sensato. Menudo desastre.

Harry enseña la varita

Esa legendaria costumbre inglesa de tomar el té a las cinco es una patraña. No dudo de la hora pero sí de que la bolsita contenga esa infusión. Al menos sin mezclar. Algún opiáceo contendrá cuando algunos padres han escrito a los periódicos pidiendo que Harry Potter se abstenga de enseñar la varita. Bien es cierto que no es exactamente la misma varita que le dio la fama de mago. El muchacho, que no encuentra el truco para dejar de cumplir años, ha crecido y aunque quizás haya sido a su pesar, hay padres que no se lo perdonan. No quieren que se despelote en la obra 'Equus'. Dicen que sería un mal ejemplo para sus hijos. O sea que pueden llenarles la cabeza con la tontuna de jugar un partido de fútbol volando montados en una escoba pero no están preparados para ver una minga. Salvo que Harry sea un prodigio fálico de la naturaleza, los muchachos se verán a diario algo parecido en cuanto vayan a mear. En fin. Eso sí. Luego llegarán a casa, cogerán la fregona, se montarán en ella, se subirán a la mesa, se dejarán caer y se darán un guarrazo de no te menees y lo verán de lo más normal. Imagínense si su peli preferida fuera La matanza de Texas. Acabarían, en su versión más pacífica, afeitándose con la motosierra. Los padres lo tienen complicado a no ser que cambien la adaptación de la obra de teatro. Por ejemplo que a Harry le pongan una capa y a la muchacha (que no sé si será un mal ejemplo pero luce excelente palmito) le pongan un hábito de monja. Claro que entonces más que Equus parecería el Tenorio. Todo sea por preservar la inocencia de los niños aunque, a buen seguro, muchos de ellos habrán visto ya más culos a través de internet que su padre en las duchas del cuartel. Nunca he entendido muy bien qué trauma comporta ver un cuerpo desnudo. Ni siquiera el mío me ha provocado nunca pesadillas y razones no me han faltado. No digo yo que vayamos en pelota picada todo el día. Hay que tener en cuenta que a la incomodidad de tener que colgarse las llaves en el pingajo se suma con esta entrada en la modernidad la de tener que ponerse el móvil adherido con cinta aislante. Sin embargo, tampoco veo necesario tener que ir a la playa vestido con la casaca de Demis Roussos ni mucho menos justificada tanta mojigatería.