MILAGROS SEMÁNTICOS

Debe ser la fina educación recibida en colegio de pago la causante de este exquísito dominio de la semántica y la lexicografía que tiene la derecha. Por si usted no lo sabe, so borrico, lo que en la izquierda es una crisis interna sin precedentes en el PP es un sano y provechoso debate de ideas. Como lo oye. No crean que es la primera vez que recurren a este didactismo. Aquí en Madrid acaso esté la cuna de esta escuela del eufemismo y la moñez lingüistica extrema. Por ejemplo, mi señor alcalde jamás inaugura un ordinario túnel ya que basta que lo haga él para que estemos ante un 'eje vertebrador de la ciudad'. Espe no se queda atrás. Faltaría más. Ella fue quien acuñara el término 'aula transitoria de educación' para definir unos burdos barracones en los que los niños recibían clases mientras les adecentaban sus coles. Esta gente tan finolis luego anda a la gresca como el que más. Miren a Mariano. Cuentan que lleva la faca metida entre las hojas del cuaderno en el que iba a apuntar los nombres de sus ministros. En este reconfortante y admirable debate de ideas ha llegado a decirle a Espe que se pegue un tripazo. Por supuesto no se lo ha dicho así. Le ha aconsejado que se vaya al Partido Liberal que no deja de ser algo mucho más cruel. Con estos precedentes cualquiera que no hubiera recibido una educación tan esmerada podría creer que en el PP andan a hostia limpia cuando tan solo se trata de un intercambio de pareceres. Por cierto, una pugna que nada tiene ver con intereses personales. Mariano se sacrificó en su día por España y por su partido y Espe está dispuesta a hacer lo propio por el liberalismo y la modernidad. Otra cosa es que luego los coches oficiales siempre los lleven los mismos. Menos mal que el slogan electoral era 'Las ideas claras'. Con todo, precisamente eso era lo más preocupante.

LA NIÑA DE MARIANO

Perdonen que les haya fallado un día pero es que me quedé sopa en el debate y no me he levantado hasta ahora. Menos mal que mi propio ronquido obró el milagro de despertarme justo cuando Mariano miraba a los ojos de los españoles en busca de su niña como Marco lo hacía con su madre. Les confieso que me conmovió ese parlamento preñado de sentimiento que hubiera hecho llorar hasta a Anibal Lecter. Más que un debate electoral parecía 'El diario de Patricia'. El golpe de efecto fue tan contundente como la patada en los atributos que le daría yo al lumbreras que preparó semejante moñada. No crean, por pergeñar estas imbecilidades se lo llevan muerto. "Yo quiero que la niña que nazca en España tenga una familia y una vivienda y unos padres con trabajo...". Después de escuchar esto no nos puede extrañar que ZP tenga arqueadas las cejas. Ya ves tú ¿Y si la niña se quiere casar con su churri y es lesbiana? ¿Y si se enamora de un negro sin contrato de integración y su Gobierno le echa a patadas a la patera? ¿Qué pasa con la niña, don Mariano? Ya se podía haber mojado más el candidato. Quiere para su niña una familia ¿le vale la familia Adams o los Manson? Quiere, como no, una vivienda ¿le vale un estudio de treinta metros por trescientos mil euros? y, faltaría más, unos padres con trabajo ¿póngamos un albañil sin medidas de seguridad en el tajo y una madre cajera del súper a seiscientos euros por diez horas diarias? Pues ya está, don Mariano. No busque más. Ustedes ya lo consiguieron en su día o sea que, por mí, ni se presente. Además, desde que me he enterado de que quienes no votan ni al PP ni al PSOE fornican más y mejor (hay encuestas pa' tó pero les digo por experiencia que será ahora porque en anteriores Legislaturas ná de ná) ya no me queda ninguna duda. Sólo espero que en el segundo debate haya encontrado Mariano a la niña y aprezca con ella sobre sus rodillas como José Luis Moreno con el entrañable Monchito. Será un debate a tres. Mucha más pluralidad, dónde va a parar.

DEBATE CARTÓN PIEDRA

No sé yo si estos reputados comunicólogos del PP y del PSOE han atado todos los cabos del debate. A ver si después de pactar hasta cincuenta normas les van a echar en el vaso agua de Vichy y a los candidatos les molesta el insoportable sonido de los gases. No vayan los pobres a despistarse. Hay que tenerlo todo previsto. Tanto que yo no sé por qué lo llaman debate. No digo que se griten con los mismos decibelios que si pidieran una de chopitos en un chiringuito playero ni que se cojan de la pechera a la menor discrepancia pero de eso a tanta exquisitez digo yo que habrá algún término medio. Vamos que entre la buena organización y la más absoluta gilipollez tendrá cabida alguna cosa mínimamente coherente. Desde mi dilatada experiencia en campañas electorales puedo afirmar y afirmo que acaso no haya terreno mejor abonado para el papanatismo que estas confrontaciones electorales. La cosa llega al punto que a menudo prima más el color de la corbata que la solidez y sensatez de las propuestas. Es decir, que el señor candidato diga imbecilidades pero que se le vea guapo. Es lo que tiene ver tantas series americanas. Aquí, para esta noche, han pactado las alturas de las sillas, los segundos que se podrá mantener plano en un candidato cuando escuche al otro, la marca del minutero, la última parrafada y hasta el color de los gayumbos. Todo muy trascendental, sin duda. Luego llegará Mariano con el contrato 'échese una siesta aunque sea inmigrante' o ZP con la paga de 400 euros para Botín que buena falta le hará y todo eso será lo de menos ¿Has visto que bien llevaba las cejas peinadas José Luis? ¿Y qué me dices del recorte de la barba de Mariano? Excelso.

LA PATIÑO MODERADORA

Si la etimología hace justicia a la palabra moderador lo tengo claro. La Patiño debe ser la maestra de ceremonias del 'cara a cara' entre Mariano y ZP. Andan buscando como enajenados un periodista íntegro. Al final se van a tener que conformar con un periodista español. Por eso mejor que pongan a la Patiño y así, además de las dos caras, tenemos una jeta que representará como nadie a este mi santo oficio. Por no hablar de otra gran ventaja cual es que, entre asunto de Estado y asunto de Estado, nos puede informar de qué ha pasado por fin con la herencia de la Jurado. No olviden, algo imposible si han tenido la ocasión de padecerla, que ella es titulada en Periodismo y lo lleva a gala como si se hubiera doctorado en microbiología molecular en Harvard. María, mona, fíjate el prestigio que tendrá el título que lo tengo hasta yo y el único esfuerzo que tuve que hacer es controlar mi hígado para que no fuera pasto de los efectos de los botellines. Cuanto más lo sopeso más cuenta me doy de su idoneidad mediática. Si, por ejemplo, el debate se enmaraña en un océano de plúmbeas cifras siempre se puede recurrir a un plano corto de esa mítica vena de la Patiño que, cuando se irrita, asemeja su cuello al gasoducto de Argelia. Si Mariano cita a su primo o ZP arquea la ceja acaso sea el momento cumbre para que María nos hable de las múltiples cualidades de esas sartenes que nunca se pegan que anunciaba en la tele (¿o no eran sartenes?). La Patiño siempre da juego o sea que, si me apuran, si Mariano y ZP se bajan al bar a seguir discutiendo nadie les echaría de menos. Ella es capaz de discutir con su misma mismidad y hasta interponerse una querella. Dirán que me mueve una fobia personal hacia alguien a quien ni siquiera conozco. Qué cosas tienen. Yo la sigo y la adoro. Es una enorme suerte para sus colegas de oficio tener entre nosotros en plena juventud a un mito viviente del periodismo. 'Jamás podría imaginar haber tenido el sueldo que tengo', confesó en una ocasión. Legendaria cita. Toda una declaración de vocación y amor a su trabajo. Y ahora, más reposado, les diré que, aunque lo critique, yo amo mi oficio y, simplemente, me repugna que vividores de esta estirpe arrastren por el fango su dignidad. Si la Patiño se tiene por periodista ¿cómo llamamos a los corresponsales de guerra que se juegan el tipo mientras ella se jode una uña en una enganchada con Bárbara Rey? Sin acritud, mona, sin acritud.