3 de enero de 2008

UN AÑO HORRIBLE HORRIBLE DE LA MUERTE

Disculpen las tempranas horas propias del desayuno pero no puedo por menos que recurrir a una eximia cita que allá por mi remota juventud decoraba algunas paredes y puertas de lavabos públicos. 'Millones de moscas no pueden equivocarse: come mierda', se decía en este ejemplo clarividente de sabiduría popular. Por tanto, y en estricta aplicación de esta máxima, doy por hecho que, si todos lo dicen, este ha sido el año más horrible para la monarquía española. Qué digo horrible. Horrible horrible de la muerte. Todavía ando dando vueltas a las razones pero si ellos lo dicen por algo será. No sé. Lo cierto es que apenas he podido pegar ojo ¿Se ha estropeado el Bribón? ¿No ha nevado en Baqueira? ¿Hay goteras en el Palacio de Marivent? ¿Le han devuelto por impago al Príncipe alguna letra de la hipoteca del chabolo? ¿Tienen que esperar cola cuando van al Teatro Real a escuchar alguna ópera? ¿Tienen que pagar el Interrail cuando van de viaje oficial? ¿Les cobran parte de la partida presupuestaria extra que se ha tenido que arbitrar para subvencionar pañales? Que yo sepa no. Sin embargo algo debe de haber que se escapa a mis entendederas. Quizás sea porque, poco a poco, una Institución anacrónica y parasitaria como pocas, acaso sólo comparable en este último aspecto al currículum de Potxolo, se pone poco a poco en cuestión. Y si es por eso ha merecido la pena que un annus horribilis para la Familia Real haya sido un annus esplendidus para este país. Ya sé que el Rey es muy campechano, que la Reina es discreta y educadísima, que el Príncipe es el yerno ideal, que Cristina es moderna y una mujer de su tiempo y que Elena es tan de su tiempo que incluso se acaba de separar de un tipo que, eso sí, parece de los tiempos del motín de Esquilache. El único matiz, no menor, es que un servidor no tiene nada en contra de la familia Borbón pero sí en contra de lo que representan. Y en eso el año nuevo sólo conseguirá en mí apuntalar aún más viejas costumbres.

9 comentarios:

paredes dijo...

Leti parece que no sale en tu foto, y si continuamos con estos anacronismos, puede llegar , y no tardando mucho, a reina de las "egpañas".

Anónimo dijo...

Este artícuulo no tiene desperdicio, vamos que lo podía haber escrito yo si... hubiera sabido, claro.
César

Alicia dijo...

Eso es... creo que se les está acabando el chollo... por fin!!!

Merche Pallarés dijo...

Querido Germán, aquí discrepo contigo. Soy una "fan" de la familia real. Creo que con Juan Carlos España ha vivido los mejores años de convivencia y democracia que ha existido nunca en este país. No me importa lo que ganan o dejan de ganar mientras haya paz. ¿Te imaginas una república con Aznar,Rajoy o Zapatero de presidentes???? Volveríamos a tener una guerra civil seguro. Besotes, M.

paredes dijo...

¿Y tú crees querida Merche, que estos vividores del cuento, garantizan paz o seguridad?

Paco dijo...

Paredes, si llega Leti a ser reina sería la primera reina anoréxica que hemos tenido; todo un ejemplo para nuestras adolescentes.

Merche Pallarés dijo...

Querido Paredes, pues sí que hacen cosas para el país. Es falsa propaganda de que están todo el tiempo de vacaciones porque salen en el "Hola" esquiando o de veraneo. Mantienen al país en equilibrio. ¿No te parece suficiente? Además el rey ha sido y es un gran embajador. Besotes, M.

paredes dijo...

Ni en dioses , reyes ni tribunos está el supremo salvador......

Dio un buen ejemplo de embajador, al ponerse a la misma altura de Chávez.El uno por no dejar hablar(aunque lo que dijo de Aznar sea verdad), y el otro por seguir creyendo que las américas son un feudo de sus altezas reales.Patético el señor "embajador".

Merche Pallarés dijo...

Querido Paredes, tu y yo no nos vamos a poner de acuerdo nunca por lo que veo... Mira, no creo que el Rey vaya de "conquistador" a Sud America. Su reacción de hacerle callar a Chavez fué logíca y HUMANA. Porque ese señor no se calla nunca y alguien lo tenía que hacer. A mi me hubiera gustado mas que lo hubiese hecho Zapatero pero ya que el seguía con su "talante" y no le paraba los pies, el rey tuvo que salir al quite. Besotes, M.