¡Aquí ya NO hay tomate! ha podido saber en exclusiva que la supresión del programa de televisión obedece a desbarajustes personales de sus presentadores Carmen Alcayde y Jorge Javier Vázquez. Nos cuentan que a Carmen le han salido unas protuberancias a modo de diadema en las sienes que pudieran deberse a la cornamenta que le está poniendo su marido. La razón, según ha sabido el No Hay Tomate, es la duda más que razonable sobre la paternidad de su hijo ya que las vecinas vieron salir de manera más que frecuente al butanero del domicilio de la pareja. Dicen que este sinsabor ha procurado en la presentadora un abuso desmedido del orujo de hierbas en la sobremesa lo que, consecuentemente, le impedía acudir con garantías al estudio aunque con las tonterías que decía apenas se la notaba. Jorge Javier, lejos de consolar a su compañera ya que en cuanto puede la pone de trepa y rastrera para arriba, también se halla 'depre' ya que su pareja le ha abandonado por un domador de leones. Se rumorea que, puestos a ponerse en peligro, prefería morir de un bocado de felino que envenenado por las bilis de su antiguo novio. Esta desazón ha propiciado que Jorge Javi se haya dejado caer en brazos de la desesperación hasta el punto de que le han visto pasear con unos pantalones de tergal, zapatos de rejilla y con el Marca debajo del brazo. Todo esto es mentira pero es igual. Sólo es un sentido homenaje en la hora de la despedida. No me digan que el Tomate no perdió en un servidor a un gran guionista para su programa. Adiós majetes. Gracias por enseñarnos lo que uno no debería hacer nunca en una televisión ni siquiera por mucho dinero. Tanta paz llevéis como descanso dejáis aunque mucho que me temo que volveréis.
Vence Trump, gana la desinformación
Hace 2 semanas
5 comentarios:
Qué fuerte, qué fuerte, qué fuerteeeeee!
que bien...
Bueno, este tomate es el primero en caer espero que no tarden mucho los salsa rosa y demás basureros en estrellarse. Dios nos oiga! Besotes, M.
Me parece que ya dije en cierta ocasión que jamás vi "El tomate" este, pero sí oí o leí lo que significaba.
¡Que le den al programa! no me refiero a las personas, cada cual se busca la vida como puede... pero... ¡por favor!, y según tengo entendido, ¡menos mal que han dejado a las gentes y a su vida privada en paz!
¡¡Que orgulloso estoy de no haberlo visto nunca!!
César
No os caerá esa breva de que se acaben esos "programitas".
En España hay demasiada educación en malas manos, y esa factura se paga.
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