8 de mayo de 2007

Sarcófago con derecho a cocina

Antes de que se lo quiten de las manos llame usted. Un pisito en Barcelona de once metros cuadrados por quince milloncejos de pesetas. Así, a bote pronto, puede parecer caro pero piense que, por el mismo precio, cuando usted palme, Dios no lo quiera, le pueden cerrar con llave y llevarle directamente al hoyo. Si es usted de natural nómada, con ese dinero se compra un buga impresionante y dormita en él ora en el campo ora en la playa. Con ese carro, siempre le dejaran pasar a mear en los restaurantes de lujo. Si, por el contrario, es sedentario le sale más barato adquirir una plaza de garage y una colchoneta.

Es lo que tienen estas tentadoras ofertas, que espolean la imaginación y alientan el mercado. Yo por ejemplo, iba a tirar la caseta de mi sultán, pero ahora acabo de colgarla en las subastas de ebay como 'pequeño bungalow transportable ideal para veranear en Torrevieja'. He puesto un precio de salida de cincuenta mil euros con el cuenco del pienso y el agua aparte. Como diría mi madre, una optimista de raza, lo bueno que tienen estos pisitos tan monos es que lo limpias en un plis plas. Sin levantarte del sofá (o del taburete) y armado del plumero puedes dejar la casa niquelada y cambiar con el palo el canal del televisor. Por no hablar de que siempres llegas a coger el teléfono porque aunque estés en la ducha a poco que tengas las uñas largas llegas al auricular.

Lo mejor de estos anuncios suelen ser las licencias líricas a las que recurren. En Madrid, por ejemplo, es muy común que más de la mitad de los pisos tengan vistas al Parque de El Retiro. Basta con que te asomes a la ventana, comiences a dar saltos mientras el casero te asegura que aquella copa de aquel árbol tan alto está justo al lado del estanque ¿Y qué decir del temblor de piernas que te entra cuando te juran y perjuran que es interior pero tiene mucha luz? ¿Una oferta de linternas en los chinos, acaso? En fin, a mí plim. A mi me importa un pepino. Es lo que tiene ser inquilino (Gloria Fuertes, in memoriam)

2 comentarios:

Anónimo dijo...

11 metros!
La distancia lineal del punto de penalty a la portería... En la línea de gol pondría a los constructores...

Anónimo dijo...

Con la idea que has dado, va a aumentar la venta de coches de gama alta.Alguna comisión ya te podrían dar.

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