COITOS EN PENUMBRA

Está visto que cualquier excusa nos vale para el ñiki ñiki. A nueve meses del gran apagón de Barcelona, los nacimientos han subido casi el diez por ciento. Es decir, que en vez de aprovechar esa penumbra para encender unas velas y leer a los clásicos o para realizar algún ritual de santería, vamos a lo que vamos. Es muy triste pensar que la caligrafía del deseo depende de unos prosaicos fusibles. Da la impresión de que ya no se copula por amor ni por rutina ni tan siquiera por vicio sino simplemente porque no puedes ver en la tele al tontolculo del Risto Mejide o como se llame. Es raro, empero, que este incremento del fornicio se haya dado en tierras catalanas ya que, acaso llevado por los tópicos, consideraba que entre los hechos diferenciales defendidos por Carod estaba el ahorro energético durante el coito. La pela es la pela y, para qué engañarnos, la mayoría de las veces, para lo que hay que ver mejor echar un kiki a oscuras. Por lo menos no te humilla la churri mirándose las cutículas de las uñas mientras tú te dejas el resuello. Casos ha habido. No lo digo por mí que siempre fui hombre entregado y con recursos. Ya han bautizado a estas criaturas como la 'generación off'. Qué ingeniosos. Los niños del baby boom os saludamos. Los padres consultados ratifican la teoría del apagón como leitmotiv de ese apretón sexual. Sin esa avería es posible que mi retoño no hubiera nacido, ha venido a decir un orgulloso padre. Ahora sólo le falta comprobar si entre tanta oscuridad alguien se le adelantó y el niño es o no es suyo. Detalles sin importancia sin duda. Al final a ZP esta penumbra le va a desbaratar el superavit. Con tanto cheque bebé que va a tener que soltar le va a ser más rentable tener de ministro de Economía a un electricista que a Pedro Solbes. Ahora sólo faltaba que los cuatrocientos euros que nos va a devolver nos lo gastemos en una juerga, nos embriaguemos y nos dé por lo mismo que a los del apagón. La cosa es joder aunque sea al Gobierno.

A VUELTAS CON EL MARICONISMO

Da gusto comprobar día a día cómo la democracia y la tolerancia se asientan en las raíces de nuestra sociedad. Ahora ha sido un concejal del PP quien, sin tapujos, evidencia sus grandes dudas sin temor a quedar como un indocumentado. El edil Josep Saña, en un ejercicio admirable de intelectualidad, se pregunta el porqué de que haya tanto mariconismo. "No puedo entender cómo hay tantos homosexuales en el mundo". Yo, con hombres como usted, tampoco, la verdad. Saña, casualmente edil de Berga, municipio que invita claramente a estas actividades fálicas y que en sí mismo es toda una provocación, fundamenta su incertidumbre con sólidos argumentos que beben de los clásicos y de las teorías más vanguardistas del pensamiento occidental. Observen. "No lo puedo entender con el asco que damos los hombres peludos, dándose por el culo por todas las partes, cosa de lo más innatural y depravada". Como no sería extraño que, con los años, este deslumbrante aserto sea motivo de comentario de texto en las pruebas de la selectividad procedamos a un mínimo analisis. Acaso la vehemencia le ha empujado a cometer ciertos deslices cuando no contradicciones. Dice Saña "dándose por el culo por todas las partes". Más rigor. Si es por el culo no es por todas las partes salvo que uno pueda elegir agujero en cuyo caso estariamos hablando de fornicio con un queso gruyere. En opinión del pensador catalán la sodomización es cosa "antinatural y depravada" ¿Por qué lo sabe? ¿Se lo ha dicho el primo de Mariano? ¿Por ventura no estaremos ante un hombre claramente reprimido e insatisfecho? El rencor que destila Saña hacia los seres peludos también escama. Bien podría tratarse del testimonio de un concejal despechado que, en su momento, trató de ganarse los favores sexuales de Copito de Nieve cuando habitaba en el zoo de Barcelona. De otro modo no se entienden tantas sandeces.

Sarcófago con derecho a cocina

Antes de que se lo quiten de las manos llame usted. Un pisito en Barcelona de once metros cuadrados por quince milloncejos de pesetas. Así, a bote pronto, puede parecer caro pero piense que, por el mismo precio, cuando usted palme, Dios no lo quiera, le pueden cerrar con llave y llevarle directamente al hoyo. Si es usted de natural nómada, con ese dinero se compra un buga impresionante y dormita en él ora en el campo ora en la playa. Con ese carro, siempre le dejaran pasar a mear en los restaurantes de lujo. Si, por el contrario, es sedentario le sale más barato adquirir una plaza de garage y una colchoneta.

Es lo que tienen estas tentadoras ofertas, que espolean la imaginación y alientan el mercado. Yo por ejemplo, iba a tirar la caseta de mi sultán, pero ahora acabo de colgarla en las subastas de ebay como 'pequeño bungalow transportable ideal para veranear en Torrevieja'. He puesto un precio de salida de cincuenta mil euros con el cuenco del pienso y el agua aparte. Como diría mi madre, una optimista de raza, lo bueno que tienen estos pisitos tan monos es que lo limpias en un plis plas. Sin levantarte del sofá (o del taburete) y armado del plumero puedes dejar la casa niquelada y cambiar con el palo el canal del televisor. Por no hablar de que siempres llegas a coger el teléfono porque aunque estés en la ducha a poco que tengas las uñas largas llegas al auricular.

Lo mejor de estos anuncios suelen ser las licencias líricas a las que recurren. En Madrid, por ejemplo, es muy común que más de la mitad de los pisos tengan vistas al Parque de El Retiro. Basta con que te asomes a la ventana, comiences a dar saltos mientras el casero te asegura que aquella copa de aquel árbol tan alto está justo al lado del estanque ¿Y qué decir del temblor de piernas que te entra cuando te juran y perjuran que es interior pero tiene mucha luz? ¿Una oferta de linternas en los chinos, acaso? En fin, a mí plim. A mi me importa un pepino. Es lo que tiene ser inquilino (Gloria Fuertes, in memoriam)