En su afán por mejorar día a día la calidad de la enseñanza la Comunidad de Madrid ha incluido en su programa 'Educamadrid' el acceso a una página porno. Cuando Espe prometía extender el bilinguismo en las escuelas yo creía que se refería a otra cosa. Que hablaba de idiomas y no de que con la lengua, además de hablar y mentir en campaña electoral, se pueden hacer otras cosas. Es decir, estaríamos ya en la dimensión de la educación trilingue. El escándalo ha surgido en el Colegio Camilo José Cela quien, por cierto, estaría encantado. Desde sus ordenadores, los alumnos podían recrearse en unas profundísimas lecciones de anatomía al tiempo que se instruían con inusual atención en las artes eróticas. La primera ventaja que se me ocurre de esta singular asignatura es que a muy pocos les importaría repetir no sólo en septiembre sino cuantas veces fueran necesarias (o posibles).
La ventana a ese paraiso de vicio y perdición se abría a través del enlace 'juego de niños' aunque, al chequear sus contenidos, se antoja que para algunos ejercicios uno ha de tener ya cierta edad. Juegos de niños. Manda huevos. Y nosotros entretenidos con las prendas y el escondite. Qué infancia nos han dado. Como no podía ser menos (recuerden que estamos en España) unos se echan las culpas a los otros. El director del centro educativo, en un alarde de conocimiento que consolida el acierto de su nombramiento, asegura que él no es nadie para dictaminar si lo que se ve es una página porno o no lo es. Un servidor que, por razones estrictamente profesionales, claro está, se ha visto obligado a visionarla, está en condiciones de prometer que si no distingue esa página de la del Club Disney tiene un serio problema.
En la página se pueden leer sabrosos párrafos de alto valor literario del tipo 'vean lo muy perra que es Carola y lo puto que es mi novio que me metió los cuernos con ella'. Sin duda muy aprovechable para un dictado o para un comentario de texto. La cita viene acompañada de la foto de una joven que, a riesgo de equivocarme, no parece para nada una profesora de matemáticas ya que, de ir con esas turgencias a hablar de ecuaciones y derivadas, nadie faltaría a clase. No se molesten en matricularse en el colegio en educación para adultos. Ya han quitado la página.
Gil de Palacio: La Maqueta por excelencia
Hace 1 semana
4 comentarios:
Oh Dios mio... ¿Y qué dice monseñor Rouco ante semejante peligro para la integridad moral de nuestros puberes?
Aunque haya sido por causa de un desliz, prefiero que vean eso antes que sus clases de Formación del Espíritu Nazional.
paredes
"Aunque haya sido por causa de un desliz, prefiero que vean eso antes que sus clases de Formación del Espíritu Nazional."
jaaaaaaaajajajaaaaaj joer que bueno.
César
Yo también lo prefiero, claro está
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