9 de abril de 2007

¡Es un Stradivarius, estúpido!


Quédese con esta cara porque, de lo contrario, pasará usted por ser un tipo con menos sensibilidad que una ameba además de ser considerado un ignorante del copón. Un auténtico marmolillo. El muchacho se llama Joshua (nada que ver con Los Morancos) y es un reputado violinista. Hasta aquí todo normal. Ya sé que usted es más de bandurria o pandereta pero no se cierre al clasicismo más allá de Manolo Escobar, hombre de Dios. 'The Washington Post' le convenció (a Joshua no a Manolo) para que tocara con un Stradivarius de mil setencientos y pico en el metro de la ciudad. Allí estuvo el prenda con el estuche abierto unos tres cuartos de hora y no sacó ni para la gamucilla de limpiar el polvo. Hacía sólo unos días que este prodigioso jovenzuelo había tocado a cien dólares la butaca y el teatro estaba a reventar (bueno, tratándose de algo tan fino digamos que estaba saturado de melómanos).

Con este curioso experimento nos quieren demostrar que, si nos sacan de Operación Triunfo o del baile del pañuelo de Leonardo Dantés, somos unos auténticos catetos. Y eso que ha sido en 'guasintón' (pronúnciese con fuerte acento en la 'o') que si llegan a hacerlo aquí, raro hubiera sido que no le hubieran introducido el mismo mástil, por muy Stradivarius que fuera, por salva sea la parte (justo por donde piensan) o, de haber sabido la pasta que cuesta el instrumento, se lo hubieran hurtado al mismo tiempo que le endosaban dos collejas en el propio pestorejo.

En realidad lo que pretende esta gente ociosa es que vayamos con la legaña puesta, encabronados con el jefe, con la hora pegada al culo, con un trozo de cruasán en el gaznate, salgamos del vagón sudorosos por la insoportable presión corporal, nos hayan magreado cuando no sustraído la cartera y, con todas y con esas, nos paremos embelesados a escuchar cómo un violinista interpreta de manera magistral un adagio de Albinoni si tal cosa existiese. Lo normal, vamos.

Estos lumbreras han concluido que en una sociedad tan competitiva y estresante ni siquiera tenemos tiempo para admirar la belleza. Si hubieran probado a poner a Angelina Jolie en tanga pues, mire usted, yo me hubiera parado gustoso e incluso le hubiera picado su viaje con mi bonometro. O sea que, por eso, no será. A lo mejor es que el tal Joshua es un brasa de cuidado o, a lo peor, no es que no tengamos sensibilidad. Simplemente no tenemos tiempo para maquinar semejantes gilipolleces ¿Pudiera ser? ¿Tú que crees Joshua? ¿Te sabes la de 'los pajaritos'?

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Si llegan a saber los viandantes que es un famoso, hubiera hecho falta un regimiento de maderos para contener a la masa.Corren unos tiempos de mucho oír música con los aparatos todo el día puestos en el oído, a la vez que hay un analfabetismo musical .Demasiado monotemático es el personal.

paredes

Anónimo dijo...

Paredes me quitas las palabras de la boca, como casi siempre... intentaré entrar antes que tú la próxima vez...

GRACIAS A LOS DOS POR ESTOS MOMENTOS DE ALEGRARME LA MAÑANA QUE ME SOLEIS DAR!!!