26 de marzo de 2007

Edu 'Willy Fogg' Zaplana

Gasta Edu Zaplana pinta se señorito picaruelo, de apoderado de novillero, de tipo de esos que te invita a un vermut en un bar después de descoyuntarte la espalda de una palmada. Tiene pinta de ser el encargado de contar chistes verdes en las cenas de Navidad en la empresa y de ponerse en verano bermudas y un gorrito de delfines para ir a ese Benidorm que tan bien conoce cargado con la nevera y la sombrilla a modo de picador. Edu debe ser el único en el PP que, con el chaqué de las recepciones oficiales, no se daba un aire al cuervo Rockefeller. Claro que eso era cuando el buen mozo llegó a ministro. A señorito ministro para ser más riguroso. Ahora se sabe que Willy Fogg Zaplana cogía los jets privados como usted o yo la Linea 1 en hora punta (más usted que yo, seguramente). No levantaba la mano y aterrizaban en la puerta del ministerio porque el espacio era mínimo y la polvareda que levantan los reactores máxima. Han salido facturas por miles de euros del cajón y justificadas, lo que se dice justificadas, así así. Vamos que algunas podían ser del alquiler de un avión o de haber comprado unos matasuegras para el último Consejo de Ministros en homenaje a la llegada de ZP. No sé si sabían que los señores ministros viajan en avión por la filosa; en avión de línea regular, bien es cierto. Poca cosa para Edu. Él, con su porte, no puede viajar en línea regular ¿Y si le toca al lado un obrero en viaje de luna de miel? Ni siquiera en una línea buena.Tiene que ser en una línea cojonuda. Un aparatico en el que pueda subir los pies a un butacón de cuero y en el que en vez del zumo asqueroso de Iberia le den un oporto o un vinito de Rueda. Además, como saben, estas delicattessen saben mejor cuando te salen por la patilla. Todavía mucho mejor cuando sabes que te la subvencionan no sólo los españoles de bien que van a tus manifas sino hasta apátridas zarrapastrosos como un servidor (y luego se quejan de que financiemos el cine español). No sé si recuerdan que Edu se mercó un ático de cientos de milloncejos con una hipoteca que, si la hubiera pedido un antepasado visigodo de su familia, aún la estaría pagando usted y la seguirían pagando sus hijos. A buen seguro se tuvo que sacrificar en la adquisición de esta vivienda para que en la terracita pudiera habilitar un helipuerto por si, aburrido de ensayar sus discursos ante el espejo, le daba por acercarse al Mercadona. Digo yo que, si tanto le gustan los avioncitos, no le hubiera bastado con que le compráramos la pulserita del Parque de Atracciones. Por mí, le hubiera dejado dando vueltas en el tiovivo.

1 comentario:

Anónimo dijo...

No te metas con Edu, que su amiga la marquesa es capaz de no comprar tus libros.Pa que te chinches.
Y es capaz de boicotearte como a polancone, menuda es ella.
Zaplana al menos es "honrado", él ya dijo para qué se metía en política.

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