Espe ha tardado unos días en juramentar sus propósitos de año nuevo. Como sabe inglés, luce palmito de gimnasio y no fuma lo tenía más complicado. Mas como es persona de grandes retos se ha fijado como meta en los cuatro meses que quedan para las elecciones parecer menos de derechas de lo que es. Eso sí que es una hazaña y no aprender japonés en quince días o perder seis kilos en un mes desayunando callos con garbanzos. Ella quiere rapiñar unos votitos de algún caladero más moderado y para ello está dispuesta a lo que sea. Por el momento ahí la tienen con la guitarra ensayando algún tema de Raimon o de Paco Ibañez. No se crean que se ha quedado en la pose. Qué va. Lleva una semana de lo más revolucionario. Le falta la boina y la estola de camuflaje para tirarse al monte. Por el momento nos va a poner teles en los hospitales. Si usted se ha enganchado a algún culebrón de mil cuatrocientos capítulos y tiene una operación menor pendiente, no se preocupe: va usted a su hospital y con lo que tardarán en atenderle podrá usted ver los episodios hasta por duplicado. Dice su consejero de sanidad que nos ponen la tele para que podamos ver en ella inauguraciones y reportajes y así sepamos que tenemos la mejor sanidad del mundo. El tipo sigue en su cargo ¿No es revolucionario? Pero no todo ha sido tan bonito. También nos han regañado. Nos machacan con que cojamos el transporte público para no saturar la ciudad y cuando cogemos el Metro dicen que se estropea porque va lleno. Esto más que revolucionario es para que se lo miren en la unidad de esquizofrenia. Menos mal que Espe cuenta con recursos ilimitados. No se piensen que va a poner más vagones, eso sería lo vulgar. Nos va a poner a unos tipos para que regulen el tráfico en los andenes y nos repartan para hacer contra pesos. Nos han prometido que no nos van a tocar aunque si hay alguna joven en edad de merecer yo me dejo. Todo sea por el fomento del transporte público. Vamos que no me digan que no ha empezado con brío esta etapa revolucionaria la marquesa-presidenta. Que hacen falta camas en los hospitales, compremos teles; que hacen falta vagones, contratemos a repartidores de carne humana. No me digan que no somos la vanguardia de Europa. En esta nueva secuencia de su vida ¿se comprará Espe en Gucci un jersey como el de Evo Morales? Estaremos atentos.
Gil de Palacio: La Maqueta por excelencia
Hace 4 días
No hay comentarios:
Publicar un comentario