No es que sea una acusica, pero ha sido él. Tengo testigos. Hace tiempo que no hablaba de Jose. Es más, le tenía apolillado en el desván de mis pesadillas. Sin embargo ha vuelto a resurgir y, ya se sabe, que cuando asoma el flequillo es para provocar aunque, en esta ocasión, sólo me provoque respeto y admiración. Lo digo sin tapujos ni cortapisas. Acaso he estado equivocado todos estos años y, si es así, no me avergüenza humillarme. No es que rectifique porque me tenga por sabio. Acaso antes me equivoqué porque soy medio gilipollas. Y eso siendo benevolente. La transgresora y original escritora Anne Rouse Quintana, la de los duendes informáticos plagiadores, ha entrevistado al estadista en su versión más mortal y mundana. La eminencia se ha despojado de todo ornamento suprahumano y se ha sincerado como esposo y como abuelo. Bien es cierto que a un personaje de su altura (no se rían, me refiero a la referida a la Historia con mayúsculas) le resulta casi imposible no desgranar, entre tanta prosa doméstica, alguna perla propia de los elegidos para la gloria. ‘Más allá del poder hay vida’, ha sentenciado. No crean que se ha dado importancia. Esa cita se codeará en los almanaques con las de Confucio pero él, dotado de ese don con la misma facilidad que Nacho Vidal lo está del suyo, lo suelta como si tal cosa. Dice Jose que habla más en el extranjero porque cuando raja en casa se arma el jaleo. Es lo que tiene ser un referente mundial. Desde que se mutara en Pixie and Dixie para soltar el “estamos trabajando en ello”, el añorado presidente español se trocó de inmediato en un guru de la política internacional. No es fácil lanzar tan sesudo mensaje y que luego te sigan invitando a impartir conferencias. De hecho, la ONU no mueve un dedo sin contar con él. En un alarde de modestia confiesa Jose que es una persona encantadora y simpática. No sé a qué viene esta nítida redundancia. Todo el mundo sabe que, además de un mandatario inolvidable, Jose siempre se caracterizó por su afabilidad, jovialidad y buen rollito. Daba gusto con él. Eso sí que era talante. Que se lo digan a Toñín y a Geoorrrgee cuando les contaba chistes en las Azores. El conferenciante bilingüe ha aprovechado la cita con Anne Rouse para promocionar a Ana. A su Ana, claro está. No es que haya sacado un disco o esté de gira con el rap de las peras y las manzanas. Qué va. Asegura su señor esposo que ella sería una gran presidenta del Gobierno. Como si alguien lo dudara. Ana está sobradamente preparada para esa labor. Baste recordar que hasta él fue capaz de asumirla sin ni siquiera matricularse en un curso CCC. Jose también ha hablado de su nuevo look. Por lo que se ve, está dispuesto a recuperar su juvenil melena; la misma que le hiciera famoso en los conciertos de Barón Rojo aunque él dijera que iba a uno de María Ostiz. Como ven, él, una vez más, tiene razón. Hay vida más allá del poder. Que la disfrute. Tanta paz tenga como descanso deja.
Paco Miranda, «pianista de oído», in memoriam
Hace 1 semana
4 comentarios:
Muy buenos días. Una escapadita rápida de los deberes laborales...Puedes repetir la dirección del chat de esta tarde??
Por cierto, dónde estará Paredes que hace tiempo que no le veo por aquí...?
Saludos!
Está el pobre en Lima. Es uno de los afectados de Air Madrid o sea que igual se nos queda a cuidar llamas. El chat es al final el viernes. Ya os diré la hora. Un beso
¡Claro! así te busqué y no te hallé.. Eso se avisa, que una se juega la vida al volante para llegar a la cita, y luego mira con lo que se encuentra: ¡plantón al canto!
Bueno, pues nada, el viernes nos vemos..!
Merece la pena. Ya lo sabes
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