ABUELETE, UN PORRETE

Al final vamos a volver locos a los abueletes. Primero les decimos que se busquen un 'hobby' con el que amenizar su jubilación y luego les metemos un paquete cuando lo eligen. Por si no lo sabían han detenido en un pueblo de Alicante a un anciano holandés de ochenta y tres años por haber encontrado en su casa más de cien plantas de marihuana. Y él qué sabía. Seguro que compró los esquejes sin ponerse las gafas de cerca con el convencimiento de que eran unos geranios. El hombre se habrá volcado con mimo para que le crecieran las plantitas, las habría regado al arrullo de las canciones de Bob Marley y ahora que se iba a poner a tejer los maceteros de macramé para regalarle un tiesto a cada familiar le quieren meter en el trullo. Hay que ver. De todos modos si nos ponemos tiquismiquis con las actividades de los ancianos no entiendo porque no sientan en el banquillo a sus monitores de baile de salón. Mira tú que querer enseñar a bailar un rocanrol a personas con unas lumbalgias horribles. Eso sí que es un peligro y no que un anciano se equivoque y en vez de la bolsita de té Hornimans eche alguna que otra hierba al agua hervida. Hasta en el caso de que el venerable anciano holandés fuese consciente de que plantaba unos hermosos opiáceos no comprendo estas represalias sobre todo si tuviese la enorme suerte de ser español ¿No les secuestran en los mítines durante las campañas para escuchar todo tipo de necedades? Pues más de uno se ve abocado a la drogadicción y razones no les faltan. "Si yo llegó al poder queridos ancianos os voy a subir la pensión el mil por ciento". "Pues si llegó yo os voy a poner la misma que tiene Botín". Luego porro va y porro viene. No es de extrañar. Visto por el lado bueno, que lo hay, la plantación del abuelete guiri también vendría a evidenciar que nuestras pensiones, en contra de lo que se decía, están a la altura de las europeas. También los pensionistas holandeses necesitan apañarse sus complementos para llegar a fin de mes. Lo ven. Si todo es ponerse. Cuando se levanta uno optimista no hay quien le pare.

Guarde el tanga

Vaya por Dios. Nunca acierto. Ahora que me disponía a rebajar lorza, a acentuar mi tostado de piel y a renovar bañador para el verano se organiza una turbamulta para prohibir el top less y el tanga en las playas alicantinas. No suelo frecuentar esa zona, pero ¿y si cunde el ejemplo? ¿Para eso he dejado yo de rebañar los callos con la spontex? ¿Para eso me he comprado una prótesis torera a ublicar en el paquete? ¿Para eso que me comprado la garrafa de cinco litros de aftersun? ¿Acaso creen que yo voy a la playa a ver si me cogen de extra para el remake de Verano Azul?

Pues nada. Diez mil firmas recogidas para evitar la tentación. Si no quieren mirar, hártense ustedes de pescaito en el chiringuito, escuchen las obras completas de Georgie Dann, llévense el ganchillo, vean el Festival de la canción de Benidorm, lean el Marca, pero, por favor, déjennos en paz y gracia de Dios ¿Me meto yo con ustedes? Por mí como si viene vestido de lagarterana con el flotador bien prieto para contener la tripa.

Al parecer, para los firmantes, esta exhibiciones anatómicas son de muy mal gusto. Nos ha jodío. Hacemos lo que podemos, pero los cuerpos se quedan como se quedan. Ya sabemos que Brad y Angelina no paran mucho por Santa Pola pero es que los demás también tenemos derecho. Es cierto que igual enfundados en una casaca tipo Demis Roussos estamos más apañados pero no me digan que no resultaría molesto que se te metiera la arenilla por el dobladillo. Ya resulta engorroso cuando lo hace por el esfínter o sea que calculen.

En un alarde de tolerancia, la plataforma de amigos del decoro propone que, si no vetar esas cochinadas, al menos se encierre a los libertinos en una zona acotada. De ese modo, las familias decentes pueden comerse los filetes empanados sin correr el horripilante riesgo de que el papá se ponga morcillón ante un cuerpo más sugerente que el de su señora suegra (o la señora en caso similar).

Por el momento, los Ayuntamientos a los que se han dirigido hacen como que oyen llover. Tontos no son. Saben que el turismo es su principal fuente de parné y que si en vez de tostarse al sol medio en pelotas les dices a los foráneos que vengan preparados para una procesión mariana pues la cosa como que pierde atractivo. Ya puestos que reconvertan las discotecas en tiendas de merchandaising con escapularios de monseñor Escrivá de Balaguer. Me temo de todos modos que la prohibición del tanga es poco exportable a según qué países. Por ejemplo Brasil ¿Qué iban a vender? ¿Ceniceros con la cara de Lula?