3 de marzo de 2009

EL AUDI DE LA VERGÚENZA

Ni siquiera le han tomado las medidas del trasero para acomodarlo al sillón presidencial y Feijóo ya tiene delante su primera prueba de fuego. Dentro de esas grandes promesas electorales que, de cumplirse, no sólo cambiarían la historia de Galicia sino del universo mundo, se comprometió a tener por coche oficial un Citroên fabricado en Vigo. Todo un reto que, sin duda, aliviaba la maltrecha situación económica de las familias y el calentamiento global en las Islas Cíes. Pues bien. Una de dos. O se va a Moncloa a ver a ZP en la furgona con Pepe Gotera y Otilio o se lleva a la familia en el monovolumen para aprovechar el dispendio de dinero público. Sólo tiene dos opciones aunque, de tapadillo, alguno de sus asesores ya adelanta que el coche será de la misma marca pero sólo se produce en Francia. Mal empezamos. Por cierto, sesenta mil euros del ala. Menos que el de Obama, eso sí. Dato de suma importancia. Y yo que pensaba, tonto de mi, que esta política de austeridad se iba a plasmar en la compra masiva de bonobuses para los conselleiros y en que los Consejos de Gobierno se iban a celebrar en el campo de Riazor para ahorrar luz. Pues nada. Los altos cargos seguirán con coche oficial salvo que coincidan en dirección a algún ágape por la filosa tres o más y se flete un microbús. El flamante Audi que trasladaba a Touriño, por cierto muy similar al de Espe Aguirre, se ha sacado a subasta. Desde ahora será el Audi de la vergüenza como en su momento lo fuera el muro. De todos modos ya que Feijóo sólo piensa en el servicio al ciudadano lo podía prestar a la plebe para las bodas, los bautizos y las comuniones. Ya que lo han pagado qué menos.

1 comentario:

paredes dijo...

Este me recuerda a un famoso "padre". Y de esos, solo se puede esperar que te pidan.
Dar , ni consejos si no acoquinas antes.