31 de mayo de 2008

MEDIO SIGLO DE PELUCÓN (y que cumpla muchos más)


Hay cumpleaños que no se pueden dejar pasar. El aniversario de la caída del Muro, el de la llegada del hombre a la Luna, el de Sara Montiel por lo que tiene de misterioso y ahora el último que hemos conocido y que a un servidor, particularmente, le ha conmovido mucho más que los anteriores. El pelucón de Fabiola de Bélgica cumple medio siglo. Junto a Anasagasti debe ser el personaje que más tenacidad ha demostrado en el lucimiento de su peinado. Hay veces que a uno le ahorran los intentos de aguzar el ingenio para sacar punta a las cosas. En este caso el benefactor ha sido el propio peluquero de la reina belga. Willy Massaer, que así se llama este marmolista capilar, asegura que el tocado de su clienta destaca porque "es muy práctico y cae con naturalidad" (¿¿¿???). Como se lo digo. Hasta hoy desconocía los efectos opiáceos de los productos de Henry Colomer. Es lo que tiene estar expuesto tanto tiempo a los efluvios de la laca. Lo peor de todo es que si lo que dice el señor Massaer es cierto; es decir que todo el cabello de doña Fabiola es natural, tiene que levantarse con unos dolores horrorosos de cuello. Menuda contractura te debes hacer después de estar horas recostada sobre semejante y sólido matojo que más que albergar piojos podría hacerlo con una camada de comadrejas. En lo que tiene toda la razón es en lo natural que resulta y lo espontáneo que fluye. Yo diría que resulta hasta juvenil. Eso sí, en los tiempos de Sissí Emperatriz que, más o menos, sería ahora de su edad. No crean que nuestra Sofi le debe andar a la zaga. Desde que tengo uso de razón le recuerdo con ese estilo tan rompedor. No como Leti que cambia de look cada dos por tres y con esa misma frecuencia alborota el gallinero patrio. Que si parece más mayor, que si muy moderna, que si no se la ve la cara, que si Ruper te necesito. Que tome ejemplo de Fabiola, que se hizo el molde en cartón piedra y así no tiene ni que perder tiempo en peinarse; algo muy de agradecer habida cuenta de la cantidad de cosas que tienen que hacer los Reyes. Fíjense si será fiable que cuando le invitan a navegar en el Bribón ya puede hacer un viento de no sé cuántos nudos que ahí aparece Fabiola sin un solo pelo trastocado. Lo que decía su peluquero. Bonito igual no, pero práctico una barbaridad.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Porque no habrá tenido una madre como la mía, que arremete contra todos los peluqueros que se atreven a tocarme un mechón porque piensa que mi falta de “gracia” es culpa de las manos que me peinan (yo la dejo, así es feliz). En ese caso, al menos en su juventud, Fabiola habría tenido que cambiar de peluquería alguna vez, por no escucharla.
Desde luego, en la lista “Peinados famosos de la historia reciente”, fijo que aparece ella, junto a Elvis Presley claro...
De intelectuales y políticos que se encargue Germán que yo no me se ninguno.
Besos,
Rus.

Margarida dijo...

Horteras!!! Que es lo que son tod@s. Horteras y caducos. Parecen sacados de cuentos de terror. Y ahora va Elenita y se suelta la melena con lo acostumbrados que nos tenia a aquella trenza...deber ser "el nuevo amor". Eso si, ya sabes, aunque la mona se vista de seda....