16 de marzo de 2008

TÓMESE DOS COPLAS TRES VECES AL DÍA

Ya les vale. Anda que han estado espabilados los señores doctores. Ahora resulta que no hay mejor medicina que cantar. Y eso lo dicen después de haber inventado los supositorios. Y no me tiren más de la lengua porque hablando de lo que hablamos y sin haber desayunado se me queda mal cuerpo. Bueno, ya lo tenía pero nunca está de más una buena coartada. La doctora Gertraud Berka-Schmid ha concluido que cantar mejora la respiración, el equilibrio psíquico, la memoria, refuerza el sistema inmunológico, masajea el intestino y alivia el corazón. Si me permite la doctora Gertrudis incluso le diría que mejora las erecciones. A mí me pasaba con Jane Birkin y su 'Je t'aime...moi non plus'. Claro que, para neutralizar tan placentero efecto, también tuve que padecer las lujuriosas coplillas de María Ostiz. Qué tiempos. De todos modos, no es que cuestione la teoría de doña Gertru pero ¿ha escuchado ella a Fran Perea? Será muy bueno para la salud del chaval que se desfogue con la guitarra pero ¿y para la mía escucharle? Por ahí la cosa flojea. En el capítulo de mejora de la memoria también tengo mis reservas. Por ejemplo, a Massiel en Eurovisión se le olvidó el estribillo y tuvo que recurrir al ahora legendario 'La, la, la'. Eso sí, ganó, lo que demuestra que Chikilicuatre, con su calidad, en vez de cantar en ese casposo festival debería hacerlo en la gala de Año Nuevo de Viena. Por lo demás el estudio es de lo más completo. Las pesquisas científicas de la doctora vienesa reflejan que el efecto benefactor del canto se da tanto si cantas solo como en dúo o en grupo. De ahí el lustre que lucen Los Sabandeños. En solistas, acaso porque el esfuerzo recae en uno solo, el deterioro es más notable. Que se lo digan a Camilo Sesto. La eficacia es tal que Gertrudis incluso se atreve a proponer que sea el propio médico de cabecera quien recete este milagroso antídoto. Un suponer. Vas al médico. Doctor, tengo molestias en el esófago. No hay problema. Te anoto la letra de 'Mama, que será lo que tiene el negro'. Tres veces al día. Por la noche antes de las doce para que los vecinos no te partan la cara y echen por tierra el tratamiento. Mucho mejor que los supositorios. Dónde va a parar.

1 comentario:

paredes dijo...

Yo canto poquito pero desagradable, ahora bien, prometo ir a una academia de canto con Robert Jeantal, a ver si mejoramos algo eso del lumbago.