5 de noviembre de 2007

USTEDES VOSOTRAS TAMBIÉN RONCAN

Ya era hora de que alguna investigación científica tuviera efectos eficaces e inmediatos. Se acabó la mascarada. Ustedes vosotras roncan tanto o más que nosotros. No lo digo yo como víctima de tantas humillaciones debido a mi garboso respirar, lo dice un eminente neurofisiologo valenciano que de ruidos tiene que saber un montón acostumbrado como estará a las mascletás. Si usted se niega a creer esta fundamentada teoría sólo es necesario que se dé tiempo. El experimiento concluye que la plena competitividad de la mujer en estos menesteres se alcanza a partir de los cuarenta y cinco años. A ver. A esas edades, además de dormir ¿qué se puede hacer ya en una cama? Pues eso o dar alguna patada para que el cónyuge no se pegue con el calor que hace. Yo, sin embargo, fui un Mozart del ronquido. Un niño prodigio de la respiración alborotada. En el mismo estudio se dan consejos para que su descanso no sea el suplicio de los demás. Por ejemplo ir a dormir a oscuras sin televisión y sin radio. Más o menos como el hombre de Cromagnon pero poniendo antes el despertador. No quisiera restar ni un ápice de mérito al estudio pero se antoja lógico prescindir de la tele o la radio para ir al sobre ¿Alguien se imagina dando una cabezada con la Patiño vociferando con la vena del cuello hinchada con un gasoducto? ¿O con Losantos pidiendo la abdicación del Príncipe de Bekelar? Otro de los consejos alude a las lecturas. Nada de libros de aventuras o de misterio antes de planchar la oreja. Como mucho algún capítulo de 'Carta a un joven español' de Josemari para caer de inmediato en el sopor más absoluto o la tesis del primo de Mariano que quita importancia a todo y te deja de lo más relajado. Por último pide que cenemos ligero lo que no significa que nos comamos rápido las manitas de cerdo sino que, a ser posible, nos vayamos a la piltra con unas acelguitas y un yogur griego en el esófago. Sí, un menú de mierda. Pasas más hambre que el perro de un ciego pero por los menos puedes dormir para olvidar. Casi que prefiero roncar.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Pues se olvidan de otra serie de ruidos nocturnos (fisiológicos) en los que la mujer no tiene nada que reprochar al hombre. Yo he conocido a alguna capaz de silbar melodías sencillas, eso si, mientras trataba de disimular roncando.

Margarida dijo...

Yo lo que es roncar, roncar...creo que "a veces", pero mis eructos son quien de provocar una tsunami si los regurjito en medio del océano...¡no se puede ser perfecta!

Azul dijo...

Yo no ronco... respiro fuerte...que hay que explicarlo todo...

Saludos

Alicia dijo...

Doy fe de que los resultados de ese estudio son ciertos, llevo una semana durmiendo en la misma habitación que mi abuela (82 años)y me tengo que tomar una tila y ponerme tapones en los oidos para poder dormirme, es tremendo, se asuata y se despierta ella sola de sus propios ronquidos... porque la quiero mucho, si no ya habria ido balcón abajo. Un beso