12 de agosto de 2007

MAR, PLAYA O ESPACIO SIDERAL



No saben los quebraderos de cabeza que me han ahorrado a la hora de planificar las vacaciones. A partir de 2012 ya se podrá ir a pasar estos días de ocio y esparcimiento al espacio sideral. Una empresa española será pionera en la gestión de un hotelito con vistas a Plutón. Para que luego digan que no salimos del bungalow en Cullera o el bote de Litoral al calor del camping gas. Es posible que se hayan decidido a abrir negocio en las alturas porque en la costa ya no queda terreno ni para bailar un schotis (dícese del baile típico madrileño que se ejecuta en una baldosa) pero no le quitemos los méritos a estos emprendedores. Eso sí, sale algo más caro que los viajes de El Corte Inglés, pero no crean que mucho más. Tres días de estancia por tres millones de euros. No me digan que no ponen fácil el cálculo. Un millón al día, coño, un poquito de atención. Además siempre cabe la opción de que trabe usted allá arriba amistad con un primo de ET y le salga el alojamiento por la filosa. Aunque no se detalla, damos por hecho que, por ese precio, es en régimen de pensión completa. Es decir con derecho a atiborrarse de pastillitas de esas de colores que se trincan los astronautas con el mismo deleite que si fuera un chuletón de Ávila. Por cierto, para digerirlas se ponen hasta las trancas de morapio como demuestra que la NASA haya admitido que varios de sus chicos iban al volante de la nave con un ciego de espanto. Bien es cierto que, en su descargo, tráfico, lo que se dice tráfico, tampoco encontrarían mucho durante el trayecto. Ya sé que usted es más de sólido, pero hágase cargo de lo díficil que es cortar en el espacio unas tapas de Guijuelo con el jamón revoloteando por el techo a causa de la gravedad. No le digo ya una sopa de estrellitas. De todos modos, cualquier trastorno merecería la pena sólo por la marcha y la diversión que nos espera allá arriba ¿Se imaginan? Tres días con la nariz pegada a la ventanilla viendo pasar meteoritos. Lo que siempre he soñado. Y seguro que por seguridad no te dejan llevar ni la riñonera. Como mucho, y con suerte, igual contemplamos embelesados una estrella fugaz y podemos pedir un deseo. Por ejemplo que nos bajen de ahí y nos lleven al chiringuito de donde nunca debiamos haber salido. De todos modos, si está interesado y nos quiere mandar desde el más allá una postal le dejo una dirección: www.galacticsuite.com. No me diga que no tiene por ahí tres millones de euros. No me sea rácano. (NOTA: Sí, yo he notado el terremoto pero ni siquiera me he asustado; tendrían que oír cómo ronca mi vecino)

2 comentarios:

txilibrin dijo...

¡Venga, que te llevo!
Porque El Corte Inglés es caro caro

cambalache dijo...

Te lo agradezco, pero soy aerofóbico perdido. Me dan miedo hasta los aviones del tiovivo