13 de agosto de 2007

A LA CALLE POR BUITRÓN




Han echado a Bruce Willis de un restaurante por querer ligar con una modelo. Qué mal se está poniendo la cosa. Y eso que es un actor famosón. Si llego a ser yo, antes de darme una patada en el culo me obligan a fregar los cacharros y me introducen la espumadera por el esfínter. Tiene que haber sido una bronca de gran altura intelectual ya que el maromo de la churri presuntamente acosada por Bruce era nada menos que Flavio Briatore. Don Flavio, para quien no le conozca, es ese maduro macarra con la tez del mismo moreno que los pollos asados de El Brillante que le decía 'Bravo, bravo' a Alonso cuando ganaba carreras en su cochecito leré. Un tabajo de enjundia sin duda. Se trata de toda una eminencia en eso de la elegancia y el glamour como pueden comprobar en la instántanea en la que luce un tanga prestado por Rappel. Eso sí, siempre lleva colgadas del brazo a unas jóvenes con las que lo último que se te ocurríría sería organizar con ellas una charla-coloquio. Al César lo que es del César. Bruce se debió creer que aquello era pan comido y le entró a la maciza en cuestión ¿Has visto mi jungla de cristal?, acaso le diría mientras se agarraba el paquete. O algo así, tan romántico como sus pelis. Dice el muy pillín que fue ella quien le rogó hacerse una foto con él y, ante la negativa, montó en cólera y se lo dijo a Flavio, ese hombre. Si he rebuscado y no parado hasta encontrar una fotografía de la interfecta, de nombre Elisabetta y de porte inenarrable, es para que ustedes se den cuenta que, conociendo a Bruce como no le conozco, si semejante mujer le pide una fotografía, el bueno de Willis es capaz hasta de tallarle un busto de escayola con su esfinge encima mismo de la mesa del restaurante. Por lo tanto, Bruce, no cuela. Lo que no sé es cómo no les destrozó todos los vidrios del lujoso salón. Tanta película para nada.

2 comentarios:

txilibrin dijo...

Un hombre en mini tanga, lo que siempre he soñado con ver... Y con el felpudo al aire...
Menos mal que hace rato que he desayunado.

cambalache dijo...

Sé que te pone aunque trates de disimularlo