20 de agosto de 2007

EL TIRO POR LA CULATA


Al señor arzobispo le ha salido el tiro por la culata. De sacramentos sabrá lo suyo pero de venganzas ni pajolera idea. No se le ha ocurrido otra cosa que amenazar a los vecinos de Albuñol con cortarles el grifo de la salvación eterna. Es decir, hasta que no depongan su actitud, en el pueblo ni se oficiarán misas, ni habrá bodas ni entierros. O sea que ni te puedes morir ni te puedes casar. Lo que les decía. El paraíso terrenal. Un chollito, vamos. Imagino que el arzobispo habrá sido previsor y también les habrá desmontado las antenas de televisión para que no puedan ver 'El Día del Señor'. A ver si le he dado una idea. El conflicto ha surgido porque las buenas gentes de este municipio granadino quieren que siga con ellos su cura Gabriel. Basta que el pueblo lo quiera para que a los gerifaltes de la Iglesia se les haya puesto en la mismísima mitra trasladarle por la fuerza. No digo que a hostias, pero tampoco sería raro. Recuerden que hablamos de curas. El ´pecado' del padre Gabriel es que, al parecer, se pasa de enrollado. Al hombre le preocupan los problemas sociales. Además no debe contar en su currículo con asistencia alguna a las manifas convocadas por el PP. Intolerable. No me extraña que le quieran exiliar. Menudo ejemplo para los feligreses. Mira tú que inquietarse por los parados con lo bien que se echa una cabezada en el confesionario mientras te susurran las debilidades humanas. Un credo y dos avemarías y a zampar a casa del boticario. Lo de toda la vida. De todos modos, creo que no han sopesado en toda su dimensión la medida coactiva. Si no se celebran bodas, los jóvenes zagales no podrán reprimir sus instintos y retozarán en pecado en los pajares y detrás de los matorrales. No descarten que incluso alguno no llegue ni vírgen al santo sacramento del matrimonio cuando se puedan celebrar, claro está. Por no hablar de las conversiones al islamismo que se darán entre los dueños y empleados de los salones de boda ante la quiebra financiera que supondrá. Pues eso. Un pan con unas hostias (nunca mejor dicho)

4 comentarios:

txilibrin dijo...

A mi el tema la verdad que me escama. Creo que si el cura les gusta, y consigue que la gente vaya a misa (algo muy difícil hoy en día), que lo vuelvan a llevar al pueblo, y ya está.
Aunque en su nuevo destino igual pasa lo mismo...

Anónimo dijo...

Un suponer, y si después de unos dias, no se, por ejemplo 150 o 200, de ausencia de liturgias y reconfortamientos espirituales, va y no pasa nada, osea que la gente del lugar no percibe en su dia a dia ningún sobresalto existencial, ni pérdida de valores, ni retraimiento de su fe, ni se sienten perdidos y solos en el universo.¿Podría ponerse en peligro la Sociedad esta que su consejo de administración se llama conferencia episcopal? Lo digo por lo chungo que está esto de la bolsa ultimamente.

cambalache dijo...

Les es igual. Su reino no es de este mundo. No sé para qué les financiamos entonces la verdad

Anónimo dijo...

De acuerdo contigo, German, no habría que financiarlos.

Me encantan los curas que se preocupan de los problemas reales de las personas. Igual que encantan los curas de "Vallecas" esos que han sido casi excomulgados.

Se han inventado un "dios" a su manera: No preservativos, no homosexualidad, no fornicar, no... etc... etc... ¡anda y que les den!
César