17 de julio de 2007

FABRA, ESE HOMBRE


No se asuste. Detrás de ese gesto adusto se esconde un prohombre de bien. Un ejemplo a seguir por las generaciones venideras. Un mártir del deporte nacional de la insidia y la infamia. Se acabaron Los Soprano pero en este país no debe preocuparnos. Siempre tendremos algo con lo que entretenernos. Este señor es presidente de la Diputación de Castellón, todo un cargazo, y acaba de nombrar senadora a su hija, se ha subido el sueldo el diez por ciento y ha contratado diez asesores más a los veinte y tres que ya tenía. O sea que, si las cuentas no me fallan, el presidente de la Diputación de Castellón tiene treinta y tres colaboradores para llevar a cabo las complejas tareas propias de su responsabilidad al frente de la institución. No me extraña que baje el desempleo. Si algún día le hacen ministro tendría que hacer las reuniones de trabajo en la Plaza de las Ventas. Por si fuera poco, este tipo está imputado por tráfico de influencias, cohecho y fraude fiscal y, como no podía ser menos, para celebrarlo ha tomado de inmediato estas importantes decisiones para el futuro de la provincia levantina. La niña del señor presidente cuenta con una experiencia política tremenda hasta el punto que dicen que un día se le vio en un mitin aplaudiendo a su señor padre. En recompensa por esa vasta trayectoria, que incluye profundos conocimientos sobre Levante ya que ella vive en Madrid, será senadora durante cuatro años. Este es, sin duda, un gran país. Una nación que no vilipendia al presunto y que hasta le permite colocar a la familia por si luego hay que pagar una fianza. Ya podría tomar ejemplo Europa de esta tolerancia ¿Se imaginan este culebrón en Suecia? Pobres diablos. Allí son capaces de dimitir por cualquier cosa.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

El pp cumple:"La familia primero".

paredes

Anónimo dijo...

Como la cara sea el espejo del alma que dicen los curas, joer, este tío debe ser la reencarnación de Atila...

Claro que... si pudiera a mi niña la nombraría emperatriz de la China. Pero sueños los tenemos todos y no las realidades de este mamón que son de vergüenza internacional, joer.
César