3 de junio de 2007

Mariano, oh lá lá

No le llamen Mariano. A partir de ahora llámenle 'Le petit Marian' o 'Marian le terriblé' (sí, sí, con acento en la 'e' tipo Louis de Funes). El PP enviará a los asesores de Mariano a la France para que se enteren de qué perfume usa Sarkozy, si lleva los gayumbos marcapaquete o de pedo libre o si para los debates lleva los folios en carpeta de cuero o con anillas. De paso si pueden exportar algo de sentido común político de allende los Pirineos mejor que mejor, pero lo primero es lo primero.

Dicen que les interesa mucho ahondar, por ejemplo, en el programa de inmigración. Ya saben que el hoy presidente francés, fiel heredero del espíritu ilustrado, lo resumió en su día llamando escoria a los negros cuando las revueltas en los arrabales de París. Todo un compendio ideológico del gran estadista que, sin duda, es este hombre (por cierto, clavaito clavaíto al periodista deportivo J. J. Santos) y que Mariano, a poco que se ponga, asimilará como sólo él sabe hacerlo.

No contentos con empaparse del ideario francés, los asesores tienen previsto también acercarse a la Alemania de la Merkel a ver si están tan buenas las salchichas con chucrut como dicen y las pueden regalar en el cierre de campaña junto a una foto dedicada de Josemari. Qué despliegue Señor mío. Todo será que en la próxima campaña tengan que repartir auriculares en los mitines de Mariano porque, con su demostrada capacidad, raro será que no los declame en castellano, gallego, francés y alemán y salga vestido, cual Mortadelo, de los trajes regionales correspondientes. Un poco largos se me antojan los actos pero tengan en cuenta que yo también soy asesor político pero sólo viajo en las fiestas patronales para comprobar si ha quedado en su punto la chistorra del chiringuito. Quiero decir que siempre ha habido categorías y que puede ser que yo no tenga ni puta idea de mi oficio. Un Fran Perea del periodismo.

Por si acaso, para no quedarme anclado en el pasado, he propuesto a mis jefaturas que me manden a la playa de Ipanema a ver si se puede copiar algo similar en la orilla del Manzanares (no crean que es una gilipollez, o sí lo es, pero sepan que algún candidato lo propuso) y podemos, de paso, cambiar el estandarte de la ciudad por un tanga que se ice en la mismísma Plaza de la Villa. No sé si accederán. No me digan que las propuestas no son novedosas y transgresoras y que, por tanto, merecerían un estudio detallado. Yo creo que, ya que les pagan el Interrail a estos preparados asesores, podían darse un rulito por Italia para saber cómo fue posible que un individuo cómo Berlusconi llegara al poder. Dice que aprendió mucho de Josemari. Acabáramos. Entonces ya no vayan. Todo (o casi todo) tiene una explicación.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Claro que también le podrían llamar "Mariano el de los tomates"... por lo de los calcetines, digo.

Como dice una amiga mía "le han pillao con el carrito del helao".
César

cambalache dijo...

Ya he visto la foto. Lo suyo son las medias de punto de garbanzo

Paco dijo...

Le deberían subir el sueldo, a ver si puede comprar calcetines más a menudo. Pobrecico el Marianico.

Anónimo dijo...

¿Y qué dice fedeguico del tomate de maricomplejines?

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