22 de junio de 2007

CABREO EN ZARZUELA


Menudo cabreo tiene la Casa Real. Al principio pensé que se les había averiado el yate. Fíjense si ya es problema que, justo cuando empieza el verano, te quedes sin tu principal herramienta de trabajo. Pues la cosa es, al parecer, mucho peor. Se rumorea que hasta el Rey ha dejado de ser campechano por unos momentos y se ha puesto hecho un basilisco dentro de sus limitaciones dialécticas. No les digo nada la Princesa de Asturias que ella sí que tiene recursos linguisticos para mosquearse y jurar en arameo (no olviden que trabajo con Urdaci).

Juancar recibía en casa a los Reyes Magos de Oriente y su nuera, como la pilla cerca el Palacio, se acercó a la queli del suegro a saludar. De paso, habida cuenta que su señor esposo picaba por la filosa en alguna recepción, se quedó a comer para no tener que descongelar unos sanjacobos que tenía en la nevera. Esta secuencia, de libre interpretación, eso sí, a todos nos puede parecer familiar y sencilla. Claro que eso nos pasa por plebeyos porque, en este caso, ha sido el detonante de este monumental conflicto que esperen no acabe con la abdicación del monarca. Sólo pensarlo me estremece ¿Qué iba a ser de nosotros si nos quitan los bautizos de los infantes? Y mucho peor ¿Qué iba a ser del Hola?

Dentro de mis enormes limitaciones les explico. El papeo era privado aunque, como buen almuerzo privado en el que los comensales son reyes, pagado con dinero público. Y encantados oiga. Que se tomen lo que quieran y si quieren repetir flan que repitan. Por tanto, la foto debía ir a parar al album particular del rey saudí junto al cartel de toros con su nombre comprado frente al museo del Prado.

Sin embargo el séquito árabe la colgó en el internés y la cagó ¿Por qué? Pues ni idea. Hasta donde uno llega, no muy lejos bien es cierto, sólo se ve a la realeza en pleno tajo. Es decir, esperando a que la servidumbre les eche de comer en una vajilla de Sevres mientras ellos hablan de sus caballos, de sus limusinas y de sus cosas. Lo de toda la puta vida, vamos. Si hubieran posado picando unos zanjas ya hubiera entendido el estupor.

Esta instantánea, que amenaza con convertirse en el principio del fin de la monarquía es la primera que se le hace a Leti después de dar a luz a su nueva retoña pues andaba, como debe ser, de baja maternal. Lo que no sé si la petición de baja se remite al Ministerio de Trabajo y, en ese caso, qué oficio figura en la casilla de la demandante ¿De profesión princesa? Por cierto iba bien mona y aseada a la comida o sea que por ese lado tampoco se entiende el alboroto. Ni que hubiera ido en bata. Y aunque así hubiera sido tampoco se hubiera distinguido mucho de los invitados árabes.

3 comentarios:

Reina Letizia dijo...

Querido súbdito: si me leyeras sabrías que no juero en arameo ni en ningún otro idioma, simplemente prometo guardar y hacer guardar la Constitución y lealtad al Rey. ¿Tú no prometes lo mismo?

Por lo de la baja maternal no te preocupes. No os cuesta un duro a los españoles súbditos: paga ZP vía Seguridad Social.

Estás invitado al bautizo de mi niña Sofía. Ven vestido con chaqué, por favor.

Besos de Princesa

Reina Letizia dijo...

Ay... estoy dormida. Quise decir que no juro en arameo. El juero fue un lapsus escrito.

Besos de Princesa.

Anónimo dijo...

yo la verdad, es que despues de leer el ladrillazo, aun no me he enterado donde está el problema