14 de abril de 2007

¿Se puede ser más feliz?

Sinceramente, pienso 'de que' no. El destino , siempre caprichoso y a menudo hostil, ha querido sin embargo que una convergencia de astros sin precedentes me ofrezca casi de manera simultánea dos de los sucesos que más pueden recofonfortar mi, por otra parte, alicaída y tediosa existencia. Ya sé que les tengo en ascuas rumiando qué podrá ser lo que le hace tan dichoso a un sujeto tan exigente con la vida y que, aunque esté mal decirlo, tantas y óptimas cosas se merece más allá del sexo aunque, si es necesario, tendré que conformarme con algún arrumaco de Halle Berry (en fin, algo es algo).

Me duele que no lo haya averiguado por sí mismo ya que ambos acontecimientos deslumbran por sí solos mientras usted se lamenta de la resaca del sábado por la mañana y jura y perjura que jamás volverá a cocerse. No se impacienten. Allá va la buena nueva. Qué nervios. Me recuerda al sorteo de la mili cuando pensaba que iba a acabar en regulares en Melilla. Tachán, tachán. Está a punto de nacer una nueva infanta.... y comienza en Valencia la Copa América de Vela ¡¡¡¡¡´Suuuuppeerrrmegayuuuupppiiiii!!!! No me digan que no han tenido que volver a recostarse en la cama a causa del vahído derivado de la emoción. Debemos ser la envidia del mundo. Jopelines.

Ya sé que los natalicios en la Familia Real ya son tan ordinarios (me refiero a la frecuencia temporal no a los niños que salen lustrosos y monísimos) como los sorteos de la ONCE, pero me hace 'ilu' y más hoy en el Día de la República. No olviden que, una vez llegan al mundo, uno de los mayores retos intelectuales de la realeza es ponerles nombres a sus retoños. A nosotros nos vale con un Joselui o, puestos a arriesgar, con una Vanessa, pero ellos más que un vástago parece que han tenido un equipo de fútbol. Mercedes Eugenia Alfonsa Virtudes de la Concepción. Vamos, que más que tarjeta tienen que llevar un disco duro.

Y luego, qué decirles de la apasionante Copa de América de vela. Ese deporte de masas tan ameno en el que te puedes tirar siete horas viendo como los barquitos esquivan una simpática boya y cómo unos tipos con polos azul marino ribeteados por la bandera de España se esfuerzan para que no se les vaya el timón. Mi impaciencia ha sido tal que me he tenido que conformar estos días con ir a las barcas del estanque de El Retiro para ir haciendo boca. Lo que les digo, cuando el destino se pone estupendo no hay quien lo pare.

9 comentarios:

Anónimo dijo...

¿Por qué será que siempre relacciono regatas con la familia esa que vive tan d´abuty?.Eso sí, de su trabajo, pues sudan un rato remando , esquiando y pariendo.


paredes

Anónimo dijo...

Sólo quería comentar que me encanta tu blog -¿es esto un blog?-y que sonrío, río y disfruto un montón leyéndote.
Me encanta tu forma de escribir, tan desinhibida -¿está bien puesta la "h"?- y optimista.
Sigue... que te estoy siguiendo.
César

cambalache dijo...

Muchas gracias amigo. De verdad que reconforta mucho. La hace está perfecta y aunque no lo estuviera, mensaje recibido. Un saludo

Anónimo dijo...

Hola Germán. Comparto contigo estos momentos tan dichosos, aunque lamento romperte la formación en los astros. Me ha llamado Halle para decirme que éstas imposible con la Copa América y que lo que es peor, con tanta tensión no hay quien se acerque a ti. Solo faltaría que apareciese por casa el hermano del cuñado del aspirante a la Jefatura del Estado, me cuenta desconsolada. Si hombre, el de la moto naútica. Asi que ya ves, como parece que hoy también tienes regata me ha invitado a cenar. Te esperamos en algún lado?
SALUD Y REPUBLICA
Goyo

Anónimo dijo...

Y luego pregunta Cardo Rovira que en qué se gasta el dinero el rey. Pues está claro, en regalos para los nietos, en regatas y .... Felicidades a todos los republicanos de corazón.

Anónimo dijo...

No quería poner Cardo sino Carod, pero no ha quedado mal del todo.

Anónimo dijo...

Hay una buena "peña" por aquí...
¡Me encanta esto!... venga, a seguir.
César

JAL dijo...

La copa América es una revolución para la economía valenciana, nada que ver con deporte. Allí sólo entienden de regatas los taxistas, los hoteleros, los restaurantes... bueno, y los de los bolsillos llenos

cambalache dijo...

Hola JAL, gracias por tu visita. Por cierto, tenemos gustos cinematográficos muy parecidos. Un saludo