7 de marzo de 2007

306 manifas; qué sofocón

Dios mío, qué trajín. Me he levantado como español de bien y así me va. No sé si habré acertado o hubiera sido mejor seguir como un apático ciudadano. Pero ya que me he puesto voy a ir hasta el final. Me esperan 306 manifestaciones con efectos retroactivos. Una por cada preso etarra que Jose excarceló. Ya he pedido una excedencia en el trabajo por embarazo (me han mirado con cara rara pero creo que prefieren que ya ni vaya) y me voy corriendo, para ir ya entrando en materia, a comprarme un chándal y unas zapatillas de esas de Air Jordan. A ver si más que correr puedo volar y no perderme ningún acto de racial patriotismo. Ahora, las hordas socialistas sacan los trapos sucios y nos dicen que el mayordomo del trío de las Azores rebajó días a De Juana porque escribió un libro plagado de insultos. No se le puede echar en cara a Jose que le pierda el arte y ensayo. Él ha sido siempre un espíritu sensible ¿No les recordó la boda de Anita un poco a El Gatopardo en versión todo a un euro? Jose es un humanista y un gran amante de la lectura. No se pierde ningún ejemplar de Selecciones del Reader's Digest; esa excelsa obra que iluminara a otros grandes estadistas, caso de Ronald Regan. Fíjense si está cultivado que le pagan un pico por cada conferencia. Claro que yo sería capaz de ahorrar, lo que no he hecho en mi vida, para abonarle el doble y no tener que oírle. Él excarceló a más de trescientos pero no se crean. Aparecerá el sábado en loor de multitudes, saludando a un lado y a otro con esa media sonrisa castigadora y vociferará contra el Gobierno por hacer con uno lo que él hizo con trescientos ¿A qué les parece increíble? ¿A qué creen que hay que tener una vergüenza urogallo, es decir, prácticamente en extincíón, para ir al sarao y que la cara no se te caiga y se te pierda entre las pegatinas con la bandera del aguilucho? Pues eso. Blanco y en botella (mis respetos, doña Ana). Menos mal que nos queda Mariano. Dice que ZP es un hooligan y le invita a que se modere. Puestos a invitar podría compartir con él las rebanadas regadas con orujo que se debe endilgar en los desayunos. Sólo así se entiende con algún atenuante esta provocación. Qué valor, don Mariano, qué valor.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Ni que lo digas, que indignación se le mete a una en el cuerpo ante esta política y esta lucha de partidos y estas actitudes hipócritas, los pelos como escarpias y la rabia en aumento, en aumento, en aumento, argggg....y acabo como siempre ¿por qué somos así?
Me voy, pero antes decirte que un placer leerte sin consumirte.
En fin Serafín la vida es un tallarín

cambalache dijo...

Muchas gracias por tu atención. De verdad que reconforta. Un saludo