28 de enero de 2007

Una mierda p'al invierno

Si usted, por ventura, es de esos que alardea de llevar mejor el frío que el calor no lea estas líneas. Es posible hasta que le insulte y me tenga que enfrentar a una querella. O no. Se me ocurre algo mucho peor. Le invitaré a que more en mi casa los días que dure el próximo temporal. No se si sabe que a Walt Disney le hibernaron en mi domicilio simplemente dejándole dos días en el pasillo. Debe estar hecho un chaval porque ya saben que a esas temperaturas uno se conserva de lujo. Sin ir más lejos a mí se me han quitado algunas arrugas alrededor de los ojos. De seguir este frío deberé hasta cambiar la foto del blog para poner la de la Primera Comunión de lo que voy a rejuvenecer. Qué frío hace, joder. Llevo días amotinado en el salón con el radiador encendido y durmiendo en el plegatín porque no me atrevo a ir a la alcoba. Meterme en la cama y verme como una croqueta Findus es todo uno. Podría recurrir al calor humano y a la coyunda porque lo que tienen estas borrascas es que si logras una erección te puede durar hasta la primavera. Es decir hasta que el miembro se desescarche. No les digo nada lo que supone salir del cálido salón hasta el wc para miccionar (defecar lo tengo descartado; demasiado tiempo bajo cero). Eso si que es una expedición al Polo y no las de Al filo de lo imposible. Me río yo. Ayer fui al mercado, compré bacalao congelado y la buena señora me recomendó que lo dejara fuera del frigo unas horas. Para que se descongele, añadió. Lo tomé como toda una provocación. Será al revés, señora. Por favor si alguien lo sabe que me diga si corro algún riesgo para mi salud metiendo los pinreles en el microondas. No se me ocurre nada. Si me los trinca un pequeño se los come con la misma voracidad que un frigopié. Encima como uno es aseado, la ducha diaria es toda una hazaña. Como vivo de alquiler no me atrevo a hacer una chasca en el lavabo pero como la cosa siga así no lo descarto. Si me echan a la calle al menos estaré seguro de que no pasaré más frío que en casa. Claro que tengo calefacción pero este sitio esta embrujado por el espíritu de Admunsen. No puede con el frío. Es como querer solucionar un traumatismo craneo encefálico con una tirita. Eso sí, si tengo salud y los dedos me responden para esas fechas prometo escribirles una oda al verano. Lo haré desde la terraza con mi prodigiosa anatomía tostándose al sol. Con esos cuarenta grados que tan mal llevan algunos. Qué bonito es el invierno. Y una mierda amigos, y una mierda.

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