12 de enero de 2007

El mayor desastre desde el 98


Desde el desastre del 98 España no ha conocido una catástrofe de proporciones similares. Entonces perdimos las colonias y ahora perdemos los perfumes. David y Vikibekam nos abandonan. Las consecuencias están por venir pero su huida bien pudiera llevarnos a los umbrales de la bancarrota. No olviden que este matrimonio compra en Armani con la misma convulsión que usted en las rebajas de enero de las tiendas de los chinos (ya hay que ser roñica, coño). No olviden tampoco que por las mañanas se echan el chanel con la misma alegría que usted Joya de Myrurgia o la mítica Álvarez Gómez. Se van a Los Angeles, pero no a un adosado de Los Angeles de San Rafael. Qué va. Cerca del mismísimo 'jolivud' donde piensan hacer carrera. No digo yo que no, pero les hubiera augurado más éxitos en la época del cine mudo. Ya saben que ambos tienen gran facilidad para los idiomas. Según cuentan, en tres años Vikibekam ha aprendido a decir jopelines casi sin acento. Y eso sin curso CCC por medio que ya es mérito. Ella nunca estuvo a gusto en nuestra ciudad. Era de esperar en un sitio que tiene como plato típico los callos ¿Se la imaginan con un goterón de grasa de cerdo en la puntita de los Blahnik? (si no saben lo que es, lo siento, pero para leer sobre ellos hay que estar documentado). Recuerden que nada más aterrizar realizó una de las pocas declaraciones que se la asignan para decir que nuestra patria olía a ajo. Fue el único análisis sociológico que se la atribuye y no me negaran que fue escueto pero concienzudo. Me gustaría saber a qué huelen sus pedetes porque el chanel sólo sirve para el exterior ¿Acaso no exhala flatulencias? Lo mal que lo tiene que pasar la pobre al saberse, aun fugazmente, tan humana y vulgar. Él, sin en cambio que decía el clásico, es más campechano, no como nuestro Rey, Dios me libre, pero más de barrio. Es hijo de obrero y eso marca. Lo cierto es que somos muy pocos los hijos del proletariado que atesoramos el glamour suficiente para no colgar del retrovisor del coche unos dados de peluche. David, yo y pocos más. Espero, por lo menos, que vuelvan de vacaciones aunque sea a un bungalow de Torrevieja. Viki, te prometemos que las sopas de ajo las haremos con orégano de Gucci aunque tengamos que cambiarlas el nombre. Todo sea por nuestro prestigio.

No hay comentarios: