Ha tenido que ser ella quien me sacuda de esta muerma navideña. Uno que es de escaso espíritu fraternal y entrañable andaba enredado en el tedio, medio asqueado de tanto buen rollo envuelto en espumillón. Algunos esperan ansiosos el discurso de Nochebuena del rey campechano. Yo, sin duda, prefiero los fundamentados discursos de la eminente bióloga, musa que fuera del profesor Bacterio. Ella se ha echado un nuevo churri. Un mozo algo más joven que ella, unos veinte años confesados, polaco de nacimiento y de profesión modelazo. Quizás alguno esperaba que Anita se hubiera decantado en esta ocasión por el lumpen proletariado por aquello de que en la variedad está el gusto ¿Se la imaginan llevándole a la obra el bocata de panceta? Divino. Pues no. Se ha agenciado un tiarrón a quién define como un 'amigo especial' aunque 'no está con él'. Lean despacio. Ya tenemos tarea para antes de las uvas. Desentrañar este acertijo con el que la Obregón nos deja en un sin vivir. ¿Quiere decir que es especial en sus afectos hacia él o que el tipo tiene algo especial que le diferencia del resto? ¿Qué están barruntando? Ni en Navidades se les van de la cabeza las cochinadas. Anita habla en una revista de todo para decir que no quiere hablar de nada. Así es ella. Vamos, que se siente acosada en su vida privada, la misma que ahora vuelve a contar a esa prensa que tanto la acosa. Si piensan que es por dinero es que su mente es perversa y calenturienta. Lo hace porque nos sabe preocupados por su felicidad. Más que una entrevista digamos que es una acción social. Por si no lo saben, la presión ha llegado a ser tan brutal que le ofrecieron dos millones de libras por contar su supuesto lío con 'Davibekam'. Joder, ¿en qué me lo gasto? Eso sí que es presión y no sacar a los churumbeles adelante con setecientos euros al mes. Qué sofocón. Como es tan cuca, nos deja sin saber el nombre del chorbo. No, no me puedo creer que sea para venderlo luego por separado como los anuncios de los juguetes o los fascículos de Ricardo de la Cierva. Anita lo justifica en que el polaco no quiere ser conocido y además no habla ni pa pa de español. Me temo, igual me equivoco, que el modelazo cuando aprenda tres verbos y cuatros sustantivos patrios va a empezar a replantearse lo del anonimato. Le doy de plazo lo que tarde en saber que ha aterrizado en el paraíso de los parásitos y famosillos todo a cien. No lo digo por Anita, tan pedazo de actriz que a menudo no sabe uno si está ante Ana Obregón o ante Ana Magnani. Como ejemplo, confiesa que está desbordada de ofertas y que incluso ha rechazado presentar las campanadas de Nochevieja. No se me ocurre mejor inicio para 2007.
Paco Miranda, «pianista de oído», in memoriam
Hace 3 días
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