No sé si al suceso no se le ha dado la relevancia debida o es que yo ando muy despistado y no me entero de nada. Pudiera ser. Han secuestrado a la Virgen, a San José y al niño y ni siquiera se ha reunido el gabinete de crisis de Moncloa. Menos mal que ya han sido reintegrados a su portal con una escueta nota en la que los autores achacan el delito a la digestión de una mala borrachera. Al final todo ha quedado en un secuestro express pero sin recompensa. Qué malo es el alcohol. Claro que no envidio la resaca de los bolingas en cuestión. Me puedo imaginar el susto al despertarte con un dolor de cabeza del carajo y ver junto a tu almohada una figura de la Virgen María ¿Qué he hecho Dios mío? Por lo menos si te toca San José, una vez recuperado del sofocón, puedes aprovechar para que te haga una estantería. Tampoco le veo mucho sentido a llevarte a la familia entera. Hubiera sido más lógico haber raptado a uno de sus miembros, por ejemplo al hijo que sería el de mayor cotización dado el futuro que le espera, para pedir rescate a sus padres. De esta manera sólo te quedaría la opción de extorsionar a los Reyes Magos con el riesgo de que te paguen en oro, incienso y mirra que es mucho más difícil de canjear. Sobre todo la mirra que, después de tantos años, ya nos podían decir de una puñetera vez qué es ¿Alguien lo sabe? Es lo que tienen estas fechas. Tanto brindis, tanto brindis tiene sus consecuencias. Por ejemplo, ver pedo a tu gerente en la cena de Navidad con unos espumillones en las orejas al modo de la Dama de Elche y con un matasuegras en la boca mientras asegura entre hipos que te va a despedir pero de buen rollito. O ver el rastro de babas que deja el compañero Martínez, que no sale de noche ni a sacar la basura, al paso de Choni a quien antes ha prometido que se va a separar de su esposa sin que a Choni le importe una higa ni Martínez ni su santa esposa. O al jefe levantarse con el habano en la boca y la copa de cava en la mano diciendo que son una gran familia y que para celebrarlo no les va a subir ni el IPC pero tampoco les va a bajar el sueldo y que incluso alguno tendrá contrato. Qué sí coño, qué sí, qué estamos en Navidades. O ver a Romerales, el serio, bailar salsa con la soltura de un portero de futbolín. O ver a Garcinuño, el gracioso, contar otra vez el de ¿para qué…? Paraguayo. Y repetírtelo por si no lo has cogido mientras te da golpes en el hombro ¿para qué...? Qué sí joder, qué sí. Benditas fiestas. Como ven, robar un belén después de una borrachera navideña es casi lo mejor que nos puede pasar.
Paco Miranda, «pianista de oído», in memoriam
Hace 1 semana
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