El perfume de la Toñi

Sí, lo sé. Les tengo un poco abandonados. Háganse cargo. Mañana presento mi novela y horas antes entro en estado de ebullición. La cabeza gira sobre el eje de mi cuello y las sudoraciones crecen a medida que se acerca la hora. Lo paso 'a nivel fatal' que oí un día a un ciudadano en un sondeo televisivo. En fin. Les espero. En un receso de este trajín me he podido enterar de que se va a poner a la venta el mismo perfume que un día usara María Antonieta. Es una pena que no me dé tiempo a estrenarlo mañana con motivo de ese acto cultural que me tiene atacado. Claro que el frasquito cuesta más de cincuenta mil pelas y no se crean que se lo dan en garrafa como el aceite que le traen del pueblo. Unas gotitas que, eso sí, dicen los artesanos del perfume que te trasladan de inmediato al siglo en el que viviera la moza. No acabo de cogerle la gracia. Es decir, que te gastas un pico en el aroma y encima corres el riesgo de que te decapite algún descamisado. No digo yo que no tenga su intringulis, pero así, por encima, no me seduce mucho. El litro va a salir a ocho mil euros. Eche cuentas. Así por encima ¿Cuántas litronas nos saldrían de Joya de Myrurgia o de Varón Dandy? Qué recuerdos. El pelo planchado con la palma de mano de la mama empapada en colonia. Los pobres hemos sido mucho de colonia a tutiplén y roñica en los codos. Ahora ya no. Ahora, como dice un amigo, nos duchamos todos los sábados estemos como estemos. El perfume que usaba Toñi huele a rosas, iris, jazmín, flores de naranjo y sándalo. Sencillo a más no poder. Lo que no acabo de entender, me pasa igual con la edad de los fósiles de dinosaurios, es cómo coño saben que ese aroma lo llevaba la María Antonieta porque no me digan. A día de hoy debe oler a de todo menos a sándalo y a jazmín. Pues no se crean. Hay que pedirlo por encargo y seguro que será lo más de los más. Ya tienen alguna idea para regalar en Navidad. Les dejo. Tengo una entrevista con la BBC y otra con la cadena francesa Arte sin olvidar mi presencia en el Teletienda junto a Chuck Norris anunciando aparatos para fortalecer los abdominales. Qué mal llevamos algunos el peso de la púrpura.