La CBS tendrá que pagar una pasta por emitir durante un segundo la teta de Janet Jackson. El órgano que vela por la moralidad de los espectadores americanos acusó de 'indecente' el suceso y ahora se ha ratificado ¿Cuánto pagan entonces en los informativos por las imágenes de Irak o los discursos del tito Geoorrggeee? Es posible que se puede ser más gilipollas pero no cabe duda que ya hay que ser muy competitivo. La NBA de los soplagaitas. La necedad adquiere dimensiones estratosféricas ¿Cómo se puede llegar a ser tan cebollino? Por favor, Iker Jiménez, desvélame tamaño misterio. Ya en su día, hace casi dos años, se montó el pollo por el pezoncillo de la muchacha. No es para menos. Generaciones de niños quedarán marcados de por vida por esta visión como sus abuelos quedaron marcados por la guerra del Vietnam. Un pezón en televisión (suena a eslogan publicitario). Dios Santo. Oh, my God. Con lo bonito que queda un muñón chamuscado o retransmitir en riguroso directo como un reo agoniza más de media hora por los efectos de la inyección letal. Yo creo que deben ser las burger xxxl que se zampan que les empanan las neuronas. Por lo visto, una norma de la Comisión Federal de Comunicaciones, una reeedición de la Santa Inquisición dotada de antenas repetidoras, sanciona la desnudez en televisión (sólo la corporal, la mental la premian). Menos mal que Boris Izaguirre trabaja en España porque con lo proclive que es al exhibicionismo no ganaba para multas. Es curiosa, por definirla de alguna manera no hiriente, la manía que tienen estos tipos por reprimir el sexo. Los más jóvenes ya no se acordarán, pero en los tiempos de Reagan (todavía nadie se atreve a decir si fue peor presidente que actor o viceversa) hubo estados que prohibieron el sexo oral. No me refiero a hablar en la cafetería del balance de kikis de la noche anterior sino a comerse en la refriega sexual alimentos crudos que, para puritanos y demás fauna, se antojaban muy indigestos. Manda huevos que encima la veda provenga de un país con una gastronomía horripilante en el que el mejor plato sería, con diferencia, aquel que prohíben. Rico, rico. Por lo visto era una cochinada. Ya, ya. Es decir, que para estos tipos bombardear un país es un acto patriótico y mear en una tapia y que te ven el pito un escándalo universal. Yo, por muy comprensivo que me ponga en Navidades, es que no lo entiendo ¿Y usted?
Paco Miranda, «pianista de oído», in memoriam
Hace 6 días
1 comentario:
El sentido común: /Una "especie de..." en vías de extinción./
Dios nos coja confesad@s.
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