Yo no he venido aquí a hablar de mi libro, que diría el clásico. Vengo a dar las gracias. A mis editores, a la gente que me anima, a la gente que me lee y, con ello, comparte lo más valioso que podemos tener: el tiempo. A pesar de haber perdido la virginidad literaria todavía me produce gran emoción ver mis novelas por primera vez. En el caso de 'Un día cualquiera' mucho más. Por muchas razones que no es necesario explicar. Basta con leerla. Lo dicho, muchas gracias y muchos besos.
Gil de Palacio: La Maqueta por excelencia
Hace 5 días
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