24 de noviembre de 2006

Folle por la paz

Si no lo hace por él o por ella, al menos hágalo por la paz mundial. El próximo 22 de diciembre estamos convocados a un folleteo universal y unísono para cambiar la energía del mundo. Tire de agenda y apunte. Viernes 22. Follar, que no se me olvide. Ah, y comprar unos muslos de pollo y yogures desnatados. Una pareja de americanos aseguran que los orgasmos son buenos (no hace falta que nos lo digan pero como son extranjeros tendemos a creerles más) y que, en consecuencia, un polvete el mismo día y a la misma hora multiplicado por cienes y cienes de millones de personas puede salvar a la Tierra de la violencia. Seguro que es mentira, es más, diría que una gilipollez, pero si hay que sacrificarse, uno se sacrifica. Que me tomen por cualquier cosa menos por insolidario. Si hubieran optado por picar zanjas todos a la vez ya me lo hubiera pensado pero entre los ayunos de Gandhi y echar un casquete no hay color. El Global Orgasm esconde puro vicio, pero mejor justificarlo con alguna teoría científica para que no se revuelva el Vaticano. Que cambian las energías pues muy bien; que no lo hacen, pues también. No pensaba salir esta noche pero de aquí al día de autos me tengo que buscar a alguien que le interese tanto la paz mundial como a mí. Ya no se trata de que se acueste con él o con ella por practicar el fornicio, se trata de salvar al mundo y a eso nadie se puede negar salvo que seas presidente de los eeuu o algún trastornao fundamentalista. Ahora mismo llamo a Leonor Watling que es maja y concienciada. Digo yo, y no es que quiera fastididar el festín erótico, que eso de la sincronización va a ser harto complicado. Ya es complejo entre dos no les digo nada entre millones. Por eso la concentración ha de ser máxima. No valen ni dolores de cabeza intempestivos ni momentos morcillones más intempestivos todavía. Erectos, lubricados y prestos al combate. El fin justifica los medios. Todo sea por la paz. Si le pillan trasteando en corral ajeno que su churri sepa que no es por infidelidad manifiesta sino por aportar su granito de arena a un loable objetivo. Si alguien se niega a colaborar que en su conciencia pese que no sólo rechaza unos minutos, acaso segundos, de gustirrinín, sino años de gloria por su contribución a un mundo mejor. Últimamente se han puesto de moda estas 'performances'. Hace poco fue la invitación a saltar todos juntos por el cambio climático. Confieso que no me sume un poco por despiste y un mucho por pereza. Ya sé que follar también cansa, pero no es lo mismo. Además lo del cambio climático no es de ahora. En invierno hace frío y en verano calor, como siempre (ya sé que es una cosa seria pero permítanme estas licencias). Puestos a convocar a las masas a través de internet, desde aquí ya les invito en fecha que ustedes acuerden para que todo el mundo exhale una flatulencia a ver si me ponen entre todos una casa en Almería. A ver si cuela.

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