Bajitos y tontos

Vaya semanita. A Plutón le mandan a hacer puñetas por canijo y alfeñique y ahora resulta que otro estudio refleja que los altos son mas listos que los bajos. Qué verano tan pródigo en informes estrafalarios. Anda que lo que se estará riendo Mickey Rooney que se casó con Ava Gardner sin levantar tres palmos del suelo. Eso sí, adonde tenía que llegar seguro que llegaba aunque fuera con esfuerzo. No se crean que este sesudo análisis lo ha elaborado la NBA para promocionar a sus jugadores. Qué va. Si hasta parece serio. Nada menos que la Universidad de Princeton se ha encargado de desvelar al mundo este agravio. Su rigor es tal que incluso se atreven a aportar datos. Aquellos tipos que son diez centímetros más altos ganan de media un diez por ciento más de sueldo. O sea que no hace falta ser muy listo para calcular el pico de nómina que le saca Gasol a mi recurrente Fary. Las dos investigadoras meten aún más el dedo en el ojo y no achacan este desequilibrio salarial a la mejor imagen derivada de un vistoso porte. Van más allá. Concluyen que los altos resuelven con mayor solvencia los problemas que requieren cotas más altas de inteligencia. Es decir, que además de enanos les toman por medio gilipollas. De manera tan cruda no figura por aquello de la corrección universitaria pero, a poco que seas medio alto, y por lo tanto encuentres alguna neurona, se sobreentiende. La causa de este conflicto radica en la alimentación que nos dan de pequeños. Si comes cereales, frutas frescas, yogures cremosos y zumos naturales tienes más opciones de dar el estirón y ser hombre / mujer de provecho. Si, por el contrario, en casa eres más de desayunar fuerte que se dice, con rebanada de chistorra y grasa a tutiplén despídete. Yo era más de los segundos y tengo mi planta no crean. Lo que no especifican es a partir de que estatura uno puede ir seguro por la calle sin que se arriesgue a que le den el timo del tocomocho o se gaste unos euros en jugar con trileros. Luego la realidad te pone en tu sitio. Que se lo digan a los matemáticos lumbreras que han estado en Madrid en un Congreso que tuvo que ser apasionante. Muy listos, muy listos, pero llegaron dos choros, probablemente chaparretes y que sólo saben sumar para repartir el botín, y les birlaron el parné con placas falsas de policía. Y ellos al logaritmo y a la derivada ¿Cuánto medirían?