Zapatero culpable

Ahí está, sí, es ella, jaranera y estupenda. Ya tenemos cartel electoral; yo si fuese estratega de su partido ni lo tocaba. Es tan significativo que habla por sí mismo. La marquesa-presidenta apuntada al jolgorio, inmersa en la chanza, mezclada con el populacho cual miembro fundador de una chirigota a la que, para ser sincero, no la encuentro la gracia y vaya por delante mis excusas a las ingeniosas comparsas de Cádiz por tan improcedente comparación. Esperanza Aguirre se ha preguntado hoy si Zapatero ha pedido perdón por los crimenes de Stalin y por el archipiélago Gulag (¿otro desliz?). Dicho así, que es tan cierto como que lo que he tenido que escuchar un par de veces para ratificar que el que no estaba en la juerga era yo, la verdad es que el acto ha debido ser de aupa. La afirmación trataba de contrarrestar la referencia del presidente del Gobierno al año 1979 cuando entonces Alianza Popular se opuso al Estatuto catalán. Por aquel entonces, aunque no quisiera yo inmiscuirme en asunto tan delicado como la edad, la señora o señorita Aguirre ya había hecho la Comunión e incluso ya coqueteaba con la política. Ante tal afrenta la respuesta de la marquesa ha sido fulminante. Como el PSOE se declaró marxista en su día, Zapatero debía usar todavía pantalón corto, pues, por supuesto, el presidente tiene que pedir perdón por los asesinatos de Stalin que, como todo el mundo sabe, era de un pueblo de León de al lado del de Zapatero. Puestos a hurgar en la historia y habida cuenta de su tinte aristocrático no sería descabellado, en algunos mandatarios del PP está palabra se ha quedado alicorta, que la señora Aguirre pidiera excusas por los abusos cometidos por su clase social durante la Edad Media. Eran los tiempos de los siervos, la versión medieval de algunos servicios domésticos que siguen siendo explotados como si lo único que se hubiera cerrado de aquella época fuesen los castillos. Hoy ha sido un día prolijo en declaraciones que transmiten una tranquilidad placentera a la sociedad. Rajoy tira la piedra y Acebes, lejos de esconder la mano, se descuelga con que la política de Zapatero es la política de ETA. Pues nada hombre, en este país hay casi once millones de personas que defienden los coches bomba, las ejecuciones en la nuca, el asesinato indiscriminado y la extorsión como forma de gestión. Sé que dentro del PP hay personas, con mayúsculas, a quienes estas declaraciones les producen tanto sonrojo como a mí; claro que los hay, como hay muchos miles de ciudadanos que en su legítimo derecho votaron a este partido y hoy no se ven reconocidos en esas viles acusaciones. No queda tanto para que tanta rabia contenida pueda desahogarse donde debe, en las urnas; será entonces cuando sepamos si estos disparates rentan o, como espero, la gente de bien que vota al PP y otros que no les votan pongan a este país en el sitio que se merece y que, desde luego, está muy por encima de las barbaridades de algunos 'responsables' de la calle Génova.