2 de junio de 2006

Nostalgias de un ex latin lover

Un diario gratuito se hacia eco ayer, con gran despliegue tipográfico, de un sondeo sobre la vida sexual de los españoles. A grandes rasgos venía a concluir que ejercemos de manera esporádica las copulaciones pero que éstas gozan de un satisfactorio nivel cualitativo. Es decir que, atendiendo a los sabios consejos sobre la síntesis del Juan de Mairena machadiano, follamos poco pero bien. Siempre me han escamado las encuestas y he puesto en entredicho su fiabilidad. Me limito a recordar que de ser cierta la devoción por la lectura que asegura cualquier encuestado que se precie, España tendría casi el mismo censo de librerias y bibliotecas que de tabernas, algo impensable e incluso creo que nocivo ya que si uno aprende algo de filosofía en la vida lo hace acodado en la barra de un bar ¿O es que alguien en sus cabales puede entender a Heidegger o Schopenhauer o a Kant? Por Dios, no mientan, que juro que lo he intentado y a lo máximo que he llegado es a llevar sus tratados bajo el brazo adheridos con velcro con el fin único de impresionar a alguna incauta. Ya lo dijo Resines hace veinticinco años en 'Opera Prima' y le tuve que hacer caso en aquel momento: con el rollo intelectual ya no follas y yo, terco como una mula, memorizando poemas como un gilipollas mientras mis colegas iban a las salas rocieras cuando éstas eran un caladero de lujuria. Un iluminado, sin duda, y un gran actor por cierto, me refiero a Resines, claro. Leer, viajar e ir al cine son 'hobbys' recurrentes que no se cree nadie a no ser que se considere como tal un repasillo al 'Pronto' en la antesala del dentista mientras esperas acojonado una ortodoncia, la tradicional visita al pueblo en verano que refresca por la noche y hay que echarse una mantita o ver el sábado por la noche en el 'deuvedé' alguna peli de esas de explosiones y hostias a mansalva. Estoy exagerando, es decir más o menos lo mismo que cualquier machito ibérico cuando alguien le aborda en la calle para interesarse por sus actividades (él las considerara hazañas) sexuales. Perdone, le importaría que le hiciera unas preguntas ¿Con qué frecuencia hace el amor? Buhh, me pillas justo de camino a la farmacia a comprar condones porque esta noche he quemado más goma que Alonso en el Mundial, ja, ja, ja. ¿Cree que su pareja esta satisfecha? ¿Con el Mundial de Alonso? No, con su rendimiento. ¡Qué preguntas! Por favor, la duda ofende, mi churri está bien servidita y que no la falte de 'ná', ese culito que no pase hambre, ja, ja, ja. La letra pequeña del estudio recogía un dato que los analistas consideraban singular. Según sus muestreos, cada vez se utiliza más el coche para el magreo y consumación. Lo que no entiendo es para que se necesitan sociológos y gentes con estudios para destacar este hecho. Bastaría con coger el Segundamano y ver los precios de los pisos. Vamos que ya no copulas bajo dosel como no pilles en la Casa de los Alba y ahí ya ha habido algún espabilado que se ha adelantado y se está currando una vida de cine en un estilo muy diferente al de su madre. De todos modos esa imagen, la del utilitario como recinto de vicio y perversión, me ha retrotraido a mis viejos tiempos de latin lover, que los tuve aunque ahora parezca difícil creerlo, cuando en un entrañable seiscientos trataba de iniciarme a golpe de retrovisor en la cabeza y ella a golpe de confundir la rectitud de la palanca de cambios con otros órganos menos erectos. Ese dolor en la zona testicular con el que llegabas a casa en busca de aliviadero, ese descubrimiento paulatino de que debajo de los uniformes del colegio de monjas había algo más que una futura y ejemplar católica, esas narraciones hiperbólicas de los colegas, la chica fácil del barrio, el mío por cierto fue pionero sin saberlo en la liberación sexual de algunas vecinas, vamos no era Sodoma, pero se tentaba sin demasiados problemas. Ahora muchas de las preguntas del estudio se me antojan un relato de ciencia ficción aunque si me topo con alguna encuestadora, por supuesto, defenderé lo contrario e incluso la pediré el teléfono por si se ha quedado con alguna duda sobre las respuestas.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Germán, felicitarte por las aventuras del Chule, ayer terminé de leer y te puedo decir que lo pasé en grande con sus aventuras, buena asemeya de un tiempo que me tocó vivir, contada con un gracejo sin igual.
Hasta puede que seamos algo parientes, entre mis cuatro abuelos tengo cinco apellidos García y eran todos de la vertiente de Babia pal mar.
¡Eres un fenómeno!
Saludos

Anónimo dijo...

Ya me enteraré de las aventuras del Chule, pues sólo he leído 30 páginas y me gusta, pero no tengo tiempo.Ya vendrá julio.
Lo de fenómeno que te dice Melandru por qué es:¿por el libro o por chingar en el 600?