14 de abril de 2006

3.001 euros por un porro

Dicho así parece que se trata de una subasta en Sothebys por el último petardo que se fumó Marley, pero no, nada de eso. El medio 'kilito' de las añoradas pesetas es la cuantía de la multa que le ha caído a un mozalbete por fumarse un cigarrito de la risa (bueno en teoría porque no tiene puta gracia) en un campo de fútbol. Menos mal, si es que se puede encontrar algún alivio, que el suceso ocurrió el año pasado porque si hubiese sido en este, después de la entrada en vigor de la ley antitabaco, le hubieran duplicado el multazo y le hubieran colgado de los pulgares del marcador del estadio. Además la fecha del 'palo' coincidió con la bajada a una división inferior de su equipo. Vamos una tarde de esas que recuerdas más que la noche de bodas aunque sea con la mujer de otro. Además, del susto que se llevaría el muchacho cuando le pillaron in fraganti los agentes de la autoridad a buen seguro que el pedo se le esfumó de manera inmediata para volver a la cruda realidad; es decir, la cuenta mermada y el equipo de tus amores en segunda b. A mí, que hace años que no fumo ni cigarrillos de chocolate, me parece una auténtica barbaridad y, lo que es peor, un ejercicio de hipocresía irritante. No me voy a molestar en documentarme, para ser coherente conmigo mismo, pero no me debo equivocar mucho si calculo que esa misma multa debe ser la que le imponen a un bar de copas que gana millones cuando aturde a los vecinos con su música o a alguien por hacer una barbacoa en el monte. No defiendo las drogas pero tampoco las critico; así como suena. Sólo impongo la sólida barrera de la madurez personal y la exención de daños a terceros (parece un parte automovílistico). Para ser más exacto, me parece una ridiculez que a una persona hecha y derecha (hablo de otros casos conocidos de manera más directa) se le multe por fumarse un porro pero pueda atiborrarse de cubatas hasta el coma etílico. Aquí no hablamos de prevención ni de riesgos para la salud; simplemente hablamos de impuestos; los que paga el alcohol y los que no paga el hachis. Todo lo demás, demagogia e hipocresía social. Cuento por decenas a los amigos que consumen hierba; por cierto ninguno de ellos, con muchos trienios en la cosa del fumeque, se ha hecho yonki o ha participado en la matanza de Texas. Simplemente fuman porros porque les gusta y les divierte y no entiendo cómo si el alcohol también es una droga, y gastamos mucho dinero en decirlo en las campañas institucionales, porque no entra la policía en un bar y te multa por llevarte al coleto un whisky doble. Luego llegan los puritanos, los políticos rectos, las almas cándidas que nos quieren salvar a todos de la perdición; que no nos dejan fornicar (cómo si fuera fácil no hacerles caso) y que no quieren que nos extraviemos del camino que no sé quién les da derecho a marcar ¿Me meto yo con su consumo de juanolas? No, verdad. Pues dejen en paz a mis amigos con sus porros.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Como tú dices, hipocresía es la palabra que define a los que sacan estas leyes tan absurdas.Lo más probable es que estos legisladores de pacotilla, estén hasta el culo de Whiski y de coca , cuando les alumbra el espíritu santo para salvarnos.

cambalache dijo...

Acuérdate de que en el Parlamento alemán hicieron un repaso y en el 90% de los servicios había restos de coca.

Anónimo dijo...

En los lavabos de cualquier parlamento hay esos restos.Como lo ganan bien...
Y en las campañas electorales, hay que verlos , van como motos,y la verdad es que hay que estar bien colocaos para decir la cantidad de paridas que dicen.Sabía lo del parlamento alemán.

Anónimo dijo...

Es que era uno que tenái mucho vicio, posiblemente de los verdes.

Me parece curioso que se equipare la multa a tirar un botellazo de whisky (y del malo) a un juez de línea.

cambalache dijo...

Es cierto. No recordaba ese caso pero es el más reciente y lo dice todo. De todos modos no sé que criterios rigen porque creo que la mínima son 300 y la máxima la de este chico (no creo que sea el tamaño del porro) con lo cual estarás al arbitrio de los señores agentes.