20 de marzo de 2006

No a la guerra

Ya han pasado tres años y en este triste aniversario uno se da cuenta de la relatividad del tiempo. Imagino que para quienes estuvimos en aquellas multitudinarias manifestaciones contra la invasión y el genocidio en Irak se han pasado volando. Para quienes sufren a diario el desastre que les legaron los señores de la guerra con sus pies y sus cojones reposados sobre mesas de mármol las horas se les deben hacer eternas. Algunos hemos tenido en este tiempo alguna ausencia dolorosa y, sin embargo, con estas cosas que tanto tardan en diluirse si es que alguna vez lo hacen parece que fue ayer cuando el clamor de un pueblo se estrellaba contra la terquedad y la soberbia de unos pocos gobernantes. Cómo es posible si aún tengo la ya mítica pegatina negra apenas polvorienta, me pregunto cuando la encuentro en el cajón. Durante este tiempo el contador de muertos en Irak no se ha detenido prácticamente ningún día. Aún así, con la desverguenza propia de quien no la conoce aquellos que fueron culpables hoy dicen que la situación es mejor que antes del asesinato indiscriminado de civiles e inocentes ¿Mejor para quien? Ni siquiera para alguno de ellos que ya ni siquiera son ministros. Claro que, al parecer, nunca lo fueron. De otra manera no se explica que, por ejemplo, el señor (igual exagero) Zaplana se siga preguntando qué pasó entre el 11 y el 14 de marzo como si él en vez de estar en el Gobierno estuviera muy liado haciendo un curso de macramé. Al señor (también es posible que me exceda) Acebes, estos días le tienen escondido. Él era ministro del Interior (¿no se acuerda hombre?) y ya sería un exceso (si es que estos individuos los conocen) que el propio responsable preguntara qué pasó a quienes estaban en la oposición. Ustes sabrá ¿o no? Y en medio de este despropósito emerge de nuevo la voz de 'Espe' que, sin despeinarse que eso sí que no, que eso es casi peor que una guerra, suelta que para 'derrocar' a un gobierno hace falta que todos se pregunten qué pasó en aquellos días ¿Sabe lo que significa derrocar doña Espe? Si no lo sabe usted pregunte en su partido que seguro que muchos lo saben y lo añoran. Aquí no se derrocó a nadie, eso pasó con la República cuando el dictador Franco (¿les suena?) Aquí los ciudadanos 'cambiamos' un gobierno a través de los votos; los mismos que la llevaron a usted al poder en Madrid con legitimidad pero en segunda vuelta, no se olvide doña Espe. No quisiera desviar más palabras en la 'pandi' del PP, ésta que iba a cambiar tanto y que se iba a centrar. De momento en lo único que se han centrado es en lanzar mentiras e insidias sobre todo lo que se mueve. Yo lo único que quería, antes de que mi sangre comenzara su temperatura de ebullición, es que ni estos tres años ni tres siglos nos borren de la memoria los muertos, los amputados, los huérfanos, las viudas, los heridos que dejó una masacre consentida y que tiene sus culpables.

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