Algún día, si tienen tiempo entre insulto e insulto, los políticos se deberían sentarse a pensar si en democracia vale todo. No todos se han echado al monte, ciertamente. La balanza está muy desequilibrada y no es que lo diga yo. Las hemerotecas y los archivos de radio y televisión dan fe de ello. Utilizar un comunicado de ETA, a la que el PP le da o no pábulo en función, como todo, de sus réditos partidistas y electorales, es sencillamente nauseabundo. Decir que una reforma de Estatuto respaldada por más del 90% de los diputados está tutelada por ETA es propio de quienes consideran la democracia un mal necesario y ya irreversible. Aquellos que sostienen que Zapatero llegó al poder por el 11-M en vez de por ser votado por la mayoría de los españoles. Los mismos que no sólo piden que usted vote sino que también le explique el voto si no va a parar a su saca. Que Rajoy no haya reprochado a Acebes (qué hombre, qué estadista) esta barbaridad le convierte en cómplice y cobarde. Para el día 3 de diciembre tenemos otro 'sarao'; esta vez, después de mucho pensar alguna 'performance' acorde con los nuevos tiempos, será en contra de los cambios del Estatut de Catalunya y, como es lógico, la 'movidilla' se convoca en Madrid. Si no es el Estatut es la LOE o la OPA o el matrimonio gay o que con Zapatero llueve menos. Por cierto, ahora que menciono la OPA no puedo por menos que hacer una especial mención al diputado Martínez Pujalte. Algún día las autoridades tributarias deberían estudiar la objeción fiscal en determinados casos. Me explico. Que la parte alicuota de mis impuestos, por ínfima que sea, se destine a pagar el sueldo de este individuo me resulta absolutamente desolador. Sólo la grandeza de la democracia, con sus correspondientes miserias, me sirve de exiguo consuelo. En fechas recientes atacaba al presidente de la Comisión Europea, por cierto afín a su partido, por no sé qué cambalaches que imagina pero no demuestra. Es igual. Este diputado está a lo que está. Claro que la cosa debe ser contagiosa porque también desde las filas socialistas se acusa de financiaciones irregulares y tampoco de pone sobre la mesa nada que lo justifique. En las próximas elecciones, si la participación baja espero no ver a ningún político echándose las manos a la cabeza para buscar una explicación. Espero que algunos dedos señalen a los culpables.
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