Ya era hora. El Gobierno Zapatero ha estado listo y eficaz en atender un clamor popular. Las marquesonas, duquesonas, baronesas y demás aves podrán serlo por razón de herencia nobiliaria. Es decir, que podrán heredar el título al eliminarse el factor de la masculinidad. Toma igualdad. No había medidas que tomar, no había desigualdades flagrantes y repugnantes entre hombres y mujeres, salarios divergentes, difícil acceso a los puestos directivos para la mujer, duplicidad de labores en el trabajo y en casa; anda que no había urgencias. Pues no, el Gobierno, pendiente del pulso social ya que se avecinaban masivas manifestaciones en demanda de esta medida, arregla primero los desajustes de la clase aristocrática que, pobrecillos, así tienen algo de que hablar en el año que va de rastrillo benéfico a rastrillo benéfico. Simplemente lamentable.
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