22 de octubre de 2005

De catástrofes y otras 'yerbas'

Si uno fuese persona de natural pausada haría oídos sordos a tanta memez y se dedicaría a hacer un curso de horticultura; es decir a dedicar su tiempo a cosas importantes y de provecho. Dado que uno, por el contrario, adolece de cierta vehemencia he de confesar que me desborda el ánimo escuchar y leer tantas gilipolleces a la vez sin que nos den tiempo a respirar entre una y otra. No cabe duda de la revolución que ha supuesto este cacharro que yo mismo utilizo para expulsar el veneno que me corroe pero no es menos cierto que la 'red' también ha supuesto multiplicar hasta el infinito la concreción de la imbecilidad. Una imbecilidad respetable, de pleno derecho, amparada en la libertad de expresión, pero imbecilidad al fin y al cabo. Es lo malo que tiene estar ocioso un sábado por la mañana tristón y lluvioso. Hurga uno por ahí y se encuentra, por ejemplo, un diluvio de artículos que viene a demostrar que tantas campañas contra la droga no han servido para nada. No es frivolizar, que nadie se moleste, es tratar de espolvorear con algo de humor tanto patetismo. Como en este oficio de 'juntaletras' nos conocemos casi todos, porque somos pocos y mal avenidos, a muchas de las soflamas les pones las caras de quienes las suscriben y lo cierto es que te descojonas. Qué desparpajo gastan algunos. Todo viene a cuento de una de ellas en la que, en un alarde de originalidad sin precedentes, el susodicho escribano vuelve a poner a España ante la crisis más grave en miles de años, siglos y requetearchiloquesea. Qué tedio, qué pesados, qué fatigas. Cuánto les cuesta asimilar la democracia a estos tipos que presumen de adalides de la libertad siempre y cuando sólo la ejerzas para darles la razón ¿Tanto cuesta esperar a que el Parlamento se pronuncie? ¿Tanto duele tener que someterse a lo que quieran los ciudadanos y no a lo que exijan ustedes? ¿Cómo se atreven a dar lecciones de Constitución ustedes que la repudiaron es su momento? ¿Se acuerda señor Aznar? A ustedes no les interesa España, les interesa 'su' España y las fronteras de 'su' patria a buen seguro no coinciden con las de la mía porque a mí las patrias sólo me importan en función de sus ciudadanos y no en función de sus intereses. Están sembrando el rencor y, por el bien de todos, espero que sólo recojan indiferencia.

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