Chávez ha prohibido a los niños venezolanos ver Los Simpson por ser una mala influencia para su futuro. Pues fíjese los nuestros que crecieron con Letizia Savater. Hace bien el comandante. Mucho mejor verle a él en ese entretenidísimo programa llamado 'Aló presidente' en el que la pantalla se llena de su enorme perímetro craneal para dar paso a sus iluminaciones y sandeces. Para compensar la rabieta de los nenes les ha sustituido los dibujos animados por 'Los vigilantes de la playa' para que mientras los infantes se hacen pajillas con las macizas de la serie no les dé tiempo a pensar lo marmolillo que es su señor presidente. Tampoco crean que 'Aló presidente' es una idea innovadora. En Telemadrid lo hacen con Espe aunque lo hacen con el método Ricardo de la Cierva. Es decir, lo reparten por fascículos a través de los informativos. Chávez, que ha vendido un montón de camisetas con su cabezón estampado entre la progresía orgánica, ha dedicado buena parte de sus mandatos a prohibir aunque, eso sí, han de saber que cuando un caudillo, salga de donde salga, dice que algo está mal siempre es por el bien de sus compatriotas, no porque a él le salga de sus atributos. Ellos son así. Tienen tanta capacidad intelectual que piensan por ellos, por usted, por todos mis compañeros y por mí el primero. Ya lo hizo con Alejandro Sanz cuando dio orden de que no actuara en su país. Todo un ejemplo de tolerancia y de saber encajar las críticas. Un demócrata de toda la vida. Ahora ha sido Homer y familia el pagano de las iras de este tipo. No crean que no me he ganado alguna enemistad por decir lo que digo. Debe ser que esta fuera de la ortodoxia izquierdista objetar a este dirigente político sus barrabasadas. Es el duro precio que tenemos que pagar los librepensadores. Qué se le va a hacer. Algún día se valoraran mis sacrificios. De momento, para sumar méritos al currículo, me he dejado de comer la miga del pan.
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