7 de abril de 2009

QUÉ TIEMPOS AQUELLOS DEL CUADERNO AZUL

Hasta que llegó Mariano me daba perezón enorme esto del cambio de gobierno. Casi me encontraba en el estado límítrofe a importarme una higa cuando, desde las islas Canarias, es decir, una hora antes que nadie, llegó el bramido del presunto candidato. A Rajoy no le gusta este baile de ministros. No están los mejores. Lo dice alguien que compartió pupitre en Moncloa con Celia Villalobos, Mayor Oreja o el tal Montoro. Lo más granado de la clase política. Qué valor. Era mucho más serio lo que hacía Josemari cuando guardaba el cuaderno azul en la mochila junto al plumier con los nombres de los defenestrados y de los nuevos aspirantes a cartera y coche oficial. Más o menos un 'chincha rabiña que tengo una silla'. En el Consejo de Ministros claro está. Bien es cierto que también tiene guasa que a ZP le fuercen una crisis de gobierno que sólo él puede dictar mientras se anda de bolos por Turquía. Eso es ubicuidad y no lo de Espe en Telemadrid. Por lo visto, para Mariano lo importante es cesar al patrón y no a la tripulación. Debe ser que, entre pregunta para él y pregunta para él, lee a Conrad con devoción. O eso o que le pilló la crisis en las barcas de El Retiro madurando alguna iniciativa de Estado. Él es así. Ora campechano ora taciturno. Hay que admitir que, puestos a elegir, él lo tendría mucho más fácil que ZP. Por ejemplo con Paquito Correa de titular de Economía a ver si se da igual maña en arreglar la del Estado como se ha dado con la suya propia; a su tocayo Granados al frente de Interior con su red de anacleto's espiando a los potenciales choros o con Ana Botella de responsable de Agricultura con su transgresora teoría de las peras y las manzanas. Si me apuran, y si ya uno quiere alcanzar cotas de excelencia mayúsculas, se podría repescar a Trillo, otro gran ministro siempre fiel con la verdad, o tentar a Norma Duval para que se haga cargo de Cultura. Con ese abanico de posibilidades no me extraña que estos le parezcan muy malos. Y encima con él de timonel rumbo a la salvación de España, España, España. Sólo de pensarlo estremece. No es para menos.

1 comentario:

paredes dijo...

A cualquier persona normal, la aburren con sus noes sistemáticos a todo;pero según las encuestas, el personal traga el anzuelo.