2 de abril de 2009

DE ALMUERZOS Y CACERÍAS

Cualquier marmolillo, por competitivo que sea, sabe que los aires campestres invitan más a la confidencia que el tintineo de las copas en un restaurante de lujo. Por eso que el ministro Bermejo se fuese a la caza del muflón con Garzón, valga el ripio, fue un escandalazo y que Paquito Granados zampe con el juez del caso Gürtel es, más o menos, una cita de estado ¿Qué dice Mariano a esto? ¿Sigue extenuado por ese aluvión de preguntas ciudadanas? A estas horas Paquito no ha dimitido. Y yo que me alegro. Mi región no puede prescindir de estos intelectos por un pequeño desliz. Todo un hombre de Valdemoro hecho a sí mismo. Además, que Paquito haya sido enmarronado por tierra, mar y aire y que el señor juez se vaya a encargar de la instrucción de muchos de esos marrones colaterales no tiene nada que ver. Hay testigos protegidos que juran que, durante el almuerzo, Granados lloró sobre la toga del letrado por la temporada de su Aleti y, en contraprestación, el juez se le quejó de lo pasado que le habían traído el solomillo. El resto de la agradable velada se ocupó con algún chascarrillo o chiste picantón. De ahí no se pasó. No como en la cacería en la que, entre cartuchazo y lingotazo de tintorro, don Baltasar y el ministro se intercambiaban documentos confidenciales con lamparones de chistorra. Lo dicho. Todo un escandalazo. Todos estos sólidos y sesudos argumentos quedan a la disposición gratuita de Mariano. Pueden parecer algo descabellados pero, francamente, no se me ocurren otros para justificar por qué a Bermejo le costó su metedura de pata el cargo y a Paquito sólo le va a costar el pago del almuerzo y la propina. Tengo gran curiosidad por saber lo que dice Güemes. Mientras la preocupación no le despeine estoy tranquilo. Sin duda será difícil que supere a su compañero de filas, el joven David Pérez. Cómo se nota que estos chavalotes son de colegio privado y máster. A su lúcido entender no tiene nada que ver la cacería de Bermejo y la comida de Paquito. Como ejemplo de esta científica teoría aporta que no hay más que ver que el ministro tuvo que dimitir y el consejero no lo ha hecho. Profundo e irrebatible. Pues no crean. Cobra un sueldazo a cargo de los Presupuestos. Sinceramente, inmenso.

2 comentarios:

Fernando dijo...

¿pero de verdad va a pagar paquito o sólo es un decir? Porque yo, que soy un mal pensado, creo que a lo sumo la podría pagar Paquito con cargo a la tarjeta de crédito que , alomojó, tiene asignada por ser quién es. Hombre, y yo lo entiendo, que están las cosas muy achuchadas y el chico tiene que ir ahorrando un poquito de aquí otro de allí para pagarse el chabolo que se está haciendo ( presutnamente of course ) en Valdemoro. Y encima la perienta se quedó sin buga hace tiempo porque se lo quemaron, (algún progre rencoroso sin duda )
P.D. Güemes pedirá la dimisión de Tomás Gómez.
-¿Por qué?
-¿Hace falta alguna razón?

paredes dijo...

¿Dimitir?
Esa palabra no es de este mundo.......para ellos.