LA MOZART DE GETAFE

Me río yo de la precocidad de Mozart. Para niña prodigio la hija de una concejala del PP de Getafe que ya se ha gastado 30.000 euros de una tarjeta del Ayuntamiento. A esas edades, como mucho, Paquito el Correas, el Bigotes y el Albondiguilla sisaban en la compra para los tigretones del recreo. Pues ahí tienen a la nena. Debe ser verdad que eso de ver la tele es muy malo. Ahora en Madrid, entre choros y espías, o el niño te sale como el Vaquilla o, con suerte, le contratan como ordenanza del CNI. Con algo menos de fortuna puede acabar como portero de finca para fisgar si los del 2º B compran el papel higiénico en el Lidl. Ya saben que higieniza y depila a la vez los bajos fondos. Claro que a la criatura también le podría haber dado por imitar a Melody o por ver Saber y ganar. La concejala, a la sazón madre de esta joven promesa de la derecha getafense y por ende española, ha exigido que este púber desliz no se utilice políticamente. Me parece correcto. Eso sí, albergo alguna duda razonable sobre qué hubiera pasado si el internauta filosero hubiese sido el nieto del alcalde Pedro Castro. Que si normal. Que si los niños hacen lo que ven a los yayos. Que si esa tarjeta teléfonica fue comprada en una tienda de un primo segundo del frutero de la familia del alcalde. Que si declare el niño en una comisión de investigación aunque haya que hacerle un justificante para el cole. Que si esto es obra de la Educación de la Ciudadanía de ZP. Que a saber de qué hablarán en la sobremesa de los domingos para que el angelito haya salido así. Y un sinfin de sospechas más. Doña Blanca ya se ha apresurado a pedir la cuenta de la pella con sus correspondientes intereses. Desde luego el dinero se lo podía haber ahorrado con un poco de comunicación entre ambas. Al parecer la niña se bajaba capítulos y capítulos de la serie Perdidos. Con lo fácil y barato hubiera resultado que su madre le contara el último congreso de su partido.