DEL PATETISMO POLÍTICO Y OTRAS HIERBAS

En la próxima reforma del Código Penal se debería tipificar el patetismo político como delito contra la higiene democrática. De momento, González Pons se ha librado. No sé si recuerdan que este hombre forma parte de ese frente renovador del PP que iba a convertir a la derecha española en la envidia de Europa. Hasta Fraga iba a cambiar los tirantes por unos pantalones de tiro bajo. Pues bien, Pons se ha descolgado con una sospecha ciertamente asombrosa hasta para el PP (Partido Patético donde los haya). Después de visionar durante toda la noche decenas de capítulos de Colombo colige que detrás del Comando Anacleto está el ministro Rubalcaba. Menos mal que no está Acebes porque, en ese caso, ya sabemos quién habría sido el culpable. Las pesquisas que le han llevado hasta Interior son irrefutables. En los informes del 'Caspagate' se incluye una matrícula de un coche y el nombre de su propietario. Sólo la DGT, dependiente del ministerio que dirige don Alfredo, puede facilitar este dato. Por tanto fue el propio ministro quien, al abrigo de la noche, penetró en los archivos para sustraer tan valiosa información. Con lo hilarante que resulta este tipo no sé por qué no quitan de una vez los especiales del tal José Mota. Cualquiera sabe que un periodista, con escasos diez minutos de experiencia, puede hacerse con esos datos y más aún si uno es ex policia o ex guardia civil como parece que son Los hombres de Paco. Sin embargo, González Pons colige que Rubalcaba ha distraído la lucha contra ETA para cotejar la matrícula y, de paso, llevar el vehículo a la ITV. Lo normal, vamos.