FONDO DE ARMARIO

Sarah Palin lo tiene claro. Llegará a la Casa Blanca guiada por Dios. Dice que él le enseñará el camino. Bien podía también pedir a Santa Claus un GPS que es mucho más terrenal, eso sí, pero la mar de práctico. De momento para lo que si ha estado orientada es para encontrar las tiendas de ropa. Para eso no le ha hecho falta ni Dios. Ella sola se compró trapitos para la campaña por un valor superior a los ciento cincuental mil dólares. O sea que si el Señor Todopoderoso comunica en sus plegarias siempre puede hacer una llamadita a Armani para contarle sus cuitas y, de paso, "me mande un traje chaqueta, si eso". Menos mal que esta maldita crisis la llevó a predicar con el ejemplo de la austeridad. Ahora se ha montado el lío con el fondo de armario. Después de palmar las elecciones queda lo peor y no me refiero a hacer oposición a Obama. Se trata de separar sus ropa propiamente dicha de la que compró con fondos del partido republicano. Ya me veo a la Palin rebuscando en los contenedores de ropa usada para dar el cambiazo. Aquí os dejo estos leotardos agujereados de punto de garbanzo y me llevo la pamela de Chanel. Mira aquí tenéis las chirucas del nene y me quedo con estos 'manolos' tan monos. No digo que la buena señora sea una aprovechada. Simplemente que una cosa es perder en las urnas y otra perder glamour. Hasta ahí podíamos llegar.