1 de octubre de 2008

GUAPO, CHULETA Y MATEMÁTICO (CASI NÁ)



Este chavalote vale un potosí. Ora te destroza la sanidad pública, ora mesa su cabellera para un anuncio de Sunsilk, ora es elegido el político más sexy u ora imparte clases de aritmética. El 'pijiconsejero' Güemes, con el ánimo de demostrar que para algo le ha servido tanto máster, dice que con el dinero que se paga a los liberados sindicales se podría construir un hospital. Yo creía que estas torpezas sólo eran propias de alumnos de la enseñanza pública. Digo torpeza porque lo mismo que echamos esa cuenta de la vieja podemos calcular cuántos bisturíes, tubos de Hemoal, tiritas o lavativas se pueden comprar con los seis millones de euros que su suegro, el polipresunto Carlos Fabra, se llevó a la buchaca a través de sus decenas de cuentas sin justificar ni un céntimo. Al menos, que yo sepa, las nóminas de los sindicalistas sí cotizan en la Seguridad Social. Ya animados a este juego del veo veo, también podemos ver qué se puede hacer con los casi doscientos millones de pelas que se gastó Espe en canapés y lentejuelas en la apertura de ese Teatro del Canal. Al parecer es de todos los madrileños aunque a zampar canapés de gorra siempre vayan los mismos. Yo les doy una idea. En el colegio Meseta de Orcasur tienen que comer casi quinientos niños en un comedor que sólo tiene capacidad para ciento cincuenta. Espe, cómo no, prometió ampliarlo para este curso. No lo ha hecho y, lo que es peor, ni siquiera invitó a los niños al ágape del Canal para desahogar los turnos que se ven obligados a establecer. Aunque esté feo reconocerlo, lo que ocurre es que a Güemes le molestan los sindicatos. Claro que hay sindicalistas jetas. Políticos no, por supuesto. Sin ir más lejos, el señorito Juan José gusta de decir que la sanidad madrileña es la mejor del mundo ¿Jeta? No, simplemente un impenitente optimista. Quizás el problema es que este chavalín nació en unos años equivocados. A él lo que de verdad le hubiera gustado es ir de séquito a la inauguración de algún pantano con la media melena engominada, aclamado por el pueblo para poder verse luego en el No-Do. Qué tiempos señorito, qué tiempos.

4 comentarios:

paredes dijo...

Este tipo es un tontolculo, por eso le auguro un prometedor porvenir, al igual que al niñato de las nngg del pueblo de la espe.
Qué yunta, para arar la tierra y sembrar calabazas, haría la pareja.

Paco dijo...

Genial, tío; lo has clavado como siempre. No le había puesto cara al Güemes este, pero casi habría preferido no hacerlo.

¿Con lo que gana un liberado sindical conseguiría La Espe llegar a fin de mes?

cambalache dijo...

Muchas gracais amigo. Mucho tiempo sin saber de tí

Paco dijo...

He tenido un verano de desconexión y un septiembre frenético en el trabajo. Espero volver a la normalidad paulatinamente. Aunque no escriba comentarios sigo visitándote con frecuencia. Tu humor me inspira y me alegra el día.