27 de septiembre de 2008

Y YO QUE ME ALEGRO

Hace más de quince años me contagié el virus incurable del flamenco. Pepe Cruz fue uno de los principales y benditos 'culpables' de ello. En este mismo cuaderno, hará ya más de dos años, escribí unas líneas de tributo a su voz deslumbrante. A veces, no muy a menudo la verdad, reconforta saber que en este país la gente con talento tiene la oportunidad de compartir su arte con los demás. Me dicen que Pepe, de quien sé gracias a este invento a través de su hijo que me informa puntualmente y bien que se lo agradezco, va a grabar un disco y, hasta que lo tenga en mis manos, los días se me harán eternos. En este tema de Los Chichos, a quienes los arrabaleros con cientos de horas de vuelo en los coches de choque jamás olvidaremos, acompaña a Juan Valderrama, hijo de una leyenda que, en vida, ya apuntara a Pepe como un grande al oírle cantar. Todo sabiduría don Juanito. En fin, avisados quedan. Lo que voy a presumir yo cuando cuente las noches felices en las que me iba a casa con un cante de Pepe en la memoria. Todo un fenómeno. Y yo que me alegro.

2 comentarios:

paredes dijo...

Pues sí que tiene buena voz Pepe Cruz y le deseo que le vaya bien con el disco, pero me hubiera gustado más escucharle algúna soleá , o algo más complicado y "grande" para valorarle mejor.Ya lo buscaré si está por la red de redes.

cambalache dijo...

Como sé que eres buen aficionao, es cierto que no es el mejor termómetro para medirle pero canta por derecho pa´aburrir. Ya te tendré al corriente