28 de julio de 2008

LA RECETA DEL OPTIMISMO

Que Solbes nos pida optimismo no deja de tener su gracia. Es como si yo pidiera paciencia o como si Josemari pidiese sentido común. Yo creo que, para darle credibilidad, ese mensaje debería haberlo lanzado mi vecino Faemino. Un fenómeno, por cierto. Con don Pedro no va eso de predicar con el ejemplo porque el buen hombre no destila precisamente alegría. No lo hacía cuando las vacas se tenían que hacer una liposucción de lo gordas que eran o sea que ahora que la cosa está chunga mucho menos. Bien es cierto que estar todo el santo día viendo gráficas y cotejando ipecés tampoco debe ser para descojonarse. Vaya ésto en su descargo. Menos mal que siempre nos queda ZP. Desde que acuñó aquel axioma irrefutable según el cual el pesimismo no crea empleo se ha erigido en el paradigma del optimismo orgánico. Donde usted ve una botella medio vacía él ve una caja de gaseosas rebosantes. Donde usted se deprime porque se ha quedado sin curro él se alboroza porque así tendrá tiempo para hacer unos sudokus. Ya saben aquello de que todo depende del cristal con que se mira. Tampoco crea empleo decir que no hay crisis pero él tardó lo suyo en admitirlo y hasta en ponerlo por escrito. Esto de tener que rubricar la recesión en un papel bajo la atenta mirada de los empresarios y los sindicatos viene a ser como ponerle de rodillas, contra la pared y con unas orejas de burro. Y luego a copiar cien veces 'hay una crisis como un castillo'. Un castigo que, sin embargo, en nada menoscaba ese alborozo vital que le hace ir saltando entusiasmado cual Tejure por los jardines de la Moncloa. Esta mañana he recibido un mensaje de una compañera que ha sido despedida de un medio de comunicación local. No sé si remitirle a Solbes para que, con ese gracejo consustancial, le cuente un chiste que le ayude a sobrellevar ese mal trago. Como receta psicológica, francamente, no lo veo. La cosa está jodida. No digo que la culpa la tenga ZP pero igual que el pesimismo no crea empleo, el optimismo tampoco. Como máximo me llevaría a pensar que algún día, gracias a mi espléndida madurez, pudiera practicar la coyunda con la Jolie. Y así y todo no crean que lo veo fácil. Por su parte, claro está.

1 comentario:

paredes dijo...

El gobierno no rebosa optimismo, pero los "amigos" de la opusición,que tanto han hecho por el encarecimiento del crudo , con sus cruzadas, y por fabricar la burbuja de las kelis,están pletóricos porque les salen las cuentas de cuanto peor mejor para seguir engordando (ellos) la faltriquera.